Mark Hubbard no debería haber tenido ningún problema para jugar el Procore Championship. Acabó la temporada regular del PGA Tour en el puesto 69º de la FedEx Cup y, por tanto, por su categoría, no tenía ningún problema para entrar en la primera cita de las Fall Series que arrancan esta semana en California. Sin embargo, en la vida los condicionales los carga el diablo. No debería haber tenido ningún problema, pero lo tuvo…
Concretamente, sufrió un accidente con su móvil. El pasado jueves se le cayó al agua y se quedó sin servicio. Lo intentó arreglar lo más rápido que pudo, pero ya era tarde. Cuando se metió en la plataforma para inscribirse en el Procore Championship ya se había cerrado el plazo. «Me quedé fuera por 23 minutos», ha confesado el jugador estadounidense. Llamó al PGA Tour para explicar lo que había ocurrido y ver si podían hacer una excepción o, al menos, otorgarle una invitación para jugar. Ni una cosa ni la otra…
Así las cosas, Hubbard, en lugar de lamentar su suerte y malmeter contra la inflexibilidad de las reglas, decidió apuntarse a la previa del lunes del torneo, que se jugó ayer en el recorrido Yolo Fliers Club, a una hora del Silverado Resort, donde se disputa el Procore. No sólo asumió su responsabilidad y demostró su compromiso acudiendo a la previa, sino que además la ganó. Firmó 65 golpes, siete bajo par, y se ha clasificado para jugar esta primera prueba de los torneos de otoño. Los otros tres que se clasificaron fueron Sangmoon Bae, Cole Sherwood y Sam Choi.
Hubbard admite su error. Sabe que es culpa suya. No tanto por el accidente, que le puede ocurrir a cualquiera, como por el hecho de esperar hasta tan tarde para apuntarse. «Lo podía haber hecho mucho antes, pero acabé muy quemado del golf después del FedEx St Jude Championship y decidí descansar y desconectar. Ya la semana pasada me sentí mejor y fue cuando decidí apuntarme», asegura.
La pregunta del millón es cuántos jugadores de golf habrían hecho lo mismo que Hubbard. Cuesta imaginar a muchos. Además, hay que tener en cuenta que él tiene ya los derechos de juego completamente asegurados para 2025, es decir, no está en una situación desesperada. Su objetivo es meterse entre los 50 primeros al acabar otoño para entrar en todos los torneos designados. Será muy interesante ver cómo le va en el Procore Championship.