Aaron Rai (-18) ha ganado el Wyndham Championship, su primera victoria en el PGA Tour. No es, sin embargo, un hecho sorprendente. Puede que este inglés de origen indio (por parte de padre) y keniano (por parte de madre), el chico de los dos guantes, muestre un perfil bajo, ni una palabra más alta que otra, ni una loca carrera reseñable por la victoria en un major (al menos de momento), pero al Wyndham llegaba como Número 48 del mundo, no lo olvidemos, y venía de ser segundo en el Rocket Mortgage, séptimo en el John Deere y cuarto en el Scottish Open. Mañana ascenderá unos cuantos puestos en el ranking mundial y, además, con el triunfo, asegura que el año que viene debutará al fin en el Masters, el único Grande que le faltaba por jugar.
Rai ha sido el más estable de los candidatos en el largo maratón dominical de 36 hoyos con el que se ha cerrado el torneo, con un solo bogey en estas dos rondas y una tarjeta final de 64 golpes. Y eso precisamente, estabilidad, es lo que le ha faltado a Max Greyserman (-16), que embocaba desde la calle en el hoyo 13 para eagle y a falta de cinco hoyos tenía el torneo en su mano, con cuatro golpes de ventaja, y que sin embargo se iba fuera de límites en el 14 y terminaba firmando un apabullante cuádruple bogey que devolvía la emoción al tramo final. Más tarde, en el 16, par 3, sumaba hasta cuatro putts para doble bogey, errando dos putts muy cortos, y entregaba en bandeja la victoria a Rai.
Aaron Rai llegaba muy jovencito y como una exhalación al circuito europeo en 2017, después de ganar tres veces en once intentos en su segunda temporada en el Challenge Tour, pero en realidad todo su éxito posterior se ha basado en una evolución progresiva, muy trabajada. Digamos que muy pocos pasan más tiempo que él en la cancha de prácticas. Y en el putting green. Y en la zona de práctica de juego corto. Es un estajanovista que se ha cocinado a fuego lento, pero al mismo tiempo sacando siempre buen rédito a su juego. No suele contar a priori en las quinielas, pero ninguno de sus compañeros profesionales se extraña cuando lo ve regularmente arriba. Todos sabemos que antes o después estará ahí un domingo de Grande, como quien no quiere la cosa, en una segunda línea amenazante… Otra cosa es que lo gane.
Y ya puestos: ¿dónde lo situamos en las quinielas del equipo europeo de la Ryder, ahora que se abre el año de clasificación en apenas unas semanas? Pues quizá sería temerario considerarlo un claro candidato, pero tampoco sería una sorpresa que ande ahí, enredando. De momento, con este triunfo ya se ha garantizado su presencia en los torneos designados del PGA Tour de 2025, que conceden muchos puntos. Aaron Rai ha venido cocinando su top 50 mundial a fuego lento, pero es que todavía se le ve margen de mejora.
Jorge Campillo (-4) ha cerrado el torneo con una tarjeta de 68 golpes, aunque no ha podido remontar demasiado en la última ronda tras el severo correctivo que sufría en la tercera ronda con aquellos triples bogeys encadenados. Finaliza la temporada en el puesto 134º de la Fedex Cup y ahora le toca decidir si está dispuesto a mejorar tal posición en los torneos de otoño, porque su plan primero pasaba por centrarse ya en el circuito europeo en este último tercio de la temporada. Tiempo habrá de hacer balance de esta primera gran aventura suya en el PGA Tour, donde realmente no ha llegado a brillar por cuestión de detalles.



