Brett Wetterich (–13) repitió una tarjeta de 66 golpes, la misma que hizo el primer día, para alzarse al primer puesto del Deutsche Bank Championship. Y el problema para sus seguidores no es su tarjeta de ayer, sino su juego de toda la semana: sólido como una bola de golf. Claro que el nivel de los jugadores que le siguen no le va a dejar descansar tranquilo para la atípica jornada del lunes…
Aparte de Arron Oberholser (–12), que también lleva una semana de aúpa con muy pocos bogeys (tres en toda la semana, con un solo doble bogey), a la caza andan Phil Mickelson (–11) y Tiger Woods (–10), que está empatado con Aaron Baddeley, primer no americano de la clasificación y único entre los diez primeros. A pesar de firmar una tarjeta de 67 golpes, completar una vuelta con cinco birdies y un solo bogey, y dar un salto en la clasificación del puesto 13 al cuarto, Woods salió del green del 18 echando chispas, porque había hecho tres putts en los últimos dos hoyos, lo que le valió un bogey y un par. Si las cosas hubieran salido a su gusto, ahora estaría empatado en segundo puesto a un golpe del líder.
Americanos del sur
Otro par de americanos, estos del sur, andan al acecho del Deutsche Bank. Ángel Cabrera (–9) es quinto empatado con Camilo Villegas. El argentino hizo una de las vueltas del día, con 65 golpes; y el colombiano recuperó el temple del primer día, y aunque sólo le ganó dos golpes al campo, está a cuatro golpes del líder y con todas las posibilidades. Si Villegas quería estar ‘de moda’ el año que viene, esta es la oportunidad que estaba esperando: una victoria en playoff y jugar la final de los 30 mejores en Atlanta sería ideal.
Maldito 16
Sergio García (–7) también tuvo un buen día, que le faltó ser excepcional para meterse entre los diez primeros. Sólo un doble bogey en el 16 empañó su ronda y le llevó al puesto 14. De haber hecho par, estaría empatado con Cabrera y Villegas en sexta posición, formando un frente latino de primer orden. Las posibilidades de victoria de Sergio se han reducido debido no a la diferencia de golpes –sólo seis– sino a la calidad de los hombres que le anteceden en la clasificación. Pero si mantiene la tónica de hoy, mañana lunes podría marcharse de Boston con un top-ten que le serviría de revulsivo para el tercer playoff de Chicago.
