Hace cinco años que un prodigioso ‘francotirador’ argentino lograba su primera y única victoria en el PGA Tour. Andrés Romero abría la lata con el Zurich Classic de Nueva Orleans y ponía en marcha una carrera que apuntaba a brillantísima.
Pero no fue así. Tras ese triunfo llegaron algunas oportunidades más, pero poco a poco su figura se fue diluyendo hasta el punto de pasar del puesto 21º del ránking mundial en junio de 2008 a situarse en el puesto 210º, lugar que ocupa esta semana. Una caída libre.
Este domingo el pequeño Romero se ha fabricado la posibilidad de remontar el vuelo. Saldrá como colíder del AT&T National, junto a James Driscoll, Roberto Castro y Bill Haas, tras otra dura jornada en el recorrido Congressional. El ‘Pigu’ tendrá que demostrar que no se le ha olvidado ganar en todo este tiempo a la sombra.
Sea como fuere, la última ronda en Washington será prácticamente una tómbola con decenas de candidatos con papeletas para ganar. Nada menos que diez jugadores están a sólo tres golpes de los líderes.
