Con todos los respetos (y honores) para los dos excelentes líderes del Memorial después de la primera jornada, David Lingmerth (-7) y Jason Dufner (-7), lo cierto es que el primer gran bombazo del torneo se encuentra en la cola de la clasificación. Dustin Johnson (+6) caía a los pies del Muirfield Village, la casa encantada del gran Jack Nicklaus, y no va a ser nada sencillo que consiga pasar el corte, aunque la línea se ha situado de momento en el registro de +2, prueba de la delicadeza y precisión con la que hay que jugar este campo.
Johnson se ha pegado dos buenas liadas: la primera en el hoyo 16 (triple bogey), el intimidante par 3 del recorrido de Dublin, llevando la bola al agua desde el tee y después tripateando; y la segunda en el hoyo 6 (doble bogey), donde tiró hasta cuatro putts… Además, se dejaba por el camino un buen puñado de excelentes ocasiones de birdie. Poco más se puede añadir. De todos modos, no lo descartemos. Algo nos dice que su segunda ronda va a ser especial.
No ha sido solo el Número 1. Si seguimos mirando la clasificación por el final encontramos por desgracia a Rafa Cabrera Bello (+7), Scott Piercy (+5), Adam Scott (+4), Jason Day (+3)… Muirfield Village perdona lo justito. Como los buenos campos exigentes, concede la opción de una buena tarjeta a quien lo borda, pero puede ser muy ingrato con quien anda justito. Rafa ha estado especialmente desafortunado con los hierros en la mano: hizo tres bogeys en pares 3 y otros cuatro más pegando desde la calle.
Así las cosas puede decirse que Jon Rahm (+1) no ha sido de los que han salido peor parados, teniendo en cuenta que su juego largo tampoco ha estado muy fino. Sin embargo, terminaba errando una buena opción de birdie en el 17 desde poco más de un metro y, acto seguido, se iba al agua desde el tee en el 18 y finalizaba con bogey (un buen bogey, hay que anotar), circunstancias que seguramente lo dejaban echando humo.
