A Boo Weekley (–15) le valió una tarjeta de Par el domingo para defender su título en el Verizon Heritage que se disputó en South Carolina…
Anthony Kim (–12) intentó presionarle desde el partido estelar, pero un bogey en el 9 le dejó fuera de combate. También atacó el australiano Aaron Baddeley (–12), que firmó un insuficiente 69 para empatar en segunda posición con Kim. Meritorio fue el trabajo de Jim Furyk (–11), cuarto en solitario; y de Camilo Villegas (–8), empatado en séptima posición tras firmar una tarjeta de 67 golpes en su última vuelta.
El Harbour Town Golf Links de Hilton Head Island se ha convertido en un bastión para Weekley. A pesar de una tarjeta muy irregular con cinco birdies y cinco bogey, Boo nunca perdió la calma y llegó al 18 sobrado, con el público coreando su nombre (¡Booooo, Booooo!) en un cántico que más parecía abucheo que otra cosa.
Weekley gana su segundo torneo en el PGA Tour en su segundo Verizon Heritage. Con su victoria, el hombre sencillo de golf sencillo presenta sus credenciales para el equipo norteamericano de la Ryder Cup. Los números le avalan: pasa del puesto 36 al séptimo en la lista de ganancias del circuito; sigue entre los 50 primeros en el ránking mundial (47); se coloca también séptimo en la FedEx Cup; y, lo más importante, pasa a ser quinto en la clasificación para la Ryder Cup del PGA Tour, por detrás de Tiger Woods, Stewart Cink, Phil Mickelson y Jim Furyk, y por delante de Steve Stricker, Zach Johnson, Justin Leonard y Brandt Snedeker. Mientras no tenga que hablar ni llevarle la tarjeta a nadie, Boo Weekley será un valor seguro para el equipo de Estados Unidos.
