Trece jugadores separados por apenas tres golpes, sin descartar a algún invitado especial que sea capaz de meterse en la pelea a birdie limpio, se jugarán este domingo la victoria en el John Deere Classic, torneo del PGA Tour que se está disputando desde el jueves en el TPC Deere Run de Silvis, en Illinois, y que reparte 7,4 millones de dólares en premios, con un interesante cheque de 1.332.000 dólares para el ganador. Un ‘sprint’ de 18 hoyos en el que Brendon Todd (-16) arranca con una ventaja casi testimonial.
El golfista de Pittsburgh de 37 años de edad, con tres títulos en la gira en su palmarés (el Byron Nelson de la temporada 2013-14.y el Mayakoba Classic y Bermuda Championship de la 2019-20), ha sido capaz de mantener la regularidad que viene mostrando desde el primer día de competición para firmar su segunda tarjeta de 66 golpes de la semana, que unida al 65 de ayer, le permite liderar la clasificación con un golpe de margen sobre otros tres estadounidenses: Alex Smalley (-15), que hizo hoy un sensacional 62, Denny McCarthy (-15) y Adam Schenk (-15). Un podio del que se cayó a última hora y de manera estrepitosa Cameron Young (-13).
Closing par save for Brendon Todd to remain in the solo lead @JDClassic 💪 pic.twitter.com/wn99vzeFlN
— PGA TOUR (@PGATOUR) July 8, 2023
El neoyorquino, en su constante búsqueda del título con el que inaugure su palmarés en la gira, arrancaba el ‘moving day’ como líder. Su juego no logró ser tan fluido como ayer y al pinchar su bola en el tee del 16 sumaba dos pares y dos bogeys con los que había abierto la puerta a sus rivales. Sin embargo, dos birdies consecutivos al 16 y el 17, le metieron de nuevo en la pelea. Otro más en el 18 le habría permitido irse al hotel como colíder e instalado en el partido estelar del domingo, pero las cosas se terminaron de torcer del todo en el peor momento posible…
Su golpe desde el tee en este par cuatro de 464 yardas se fue por la izquierda, a un bunker de calle. Y su intento de recuperación, buscando sobrevolar el lago para alcanzar el green, terminó con su bola en el agua, obligándole a dropar. Al final, un doble bogey que, aunque no le descarta ni mucho menos de la carrera por el título, sí le obligará mañana a remontar si quiere que Illinois sea el escenario de su primer entorchado en la gira. Con su talento, todo es posible todavía, pero se le ha mentido demasiada gente yapor medio…
Entre ellos, el sorprendente Peter Kuest (-14), que si hace una semana en Detroit llegó a pelear por el título accediendo al torneo en la previa del lunes (pese a tener tarjeta del Korn Ferry Tour está prefiriendo buscar las clasificatorias previas de los torneos del PGA Tour), afronta de nuevo los 18 últimos hoyos con opciones reales de ganar. Un trofeo que, sin duda, le cambiaría la vida, dándole el estátus de jugador del principal circuito estadounidense al que tanto aspira.
