La tarea que tiene por delante Rafa Cabrera Bello es descomunal, pero no deja de ser otro apasionante reto para el canario, acostumbrado en los últimos años a superar listones de gran exigencia. Llega en el puesto 60º de la FedEx al tercer playoff, el BMW Championship, que se disputa a partir de este jueves en el Conway Farms Golf Club (Lake Forest, Illinois), y necesita dar un salto de treinta posiciones para meterse en el último torneo de la temporada 2016-17, el TOUR Championship de East Lake, la gran final de la FedEx Cup. Para ello, según las previsiones del PGA Tour, Rafa necesitará algo así como un top-3 esta semana, ni más ni menos.
En su contra juega la historia. En todos los años que llevan disputándose los playoffs (este es el undécimo) tan solo tres jugadores pasaron del segundo al tercer playoff arrancando fuera de los setenta mejores y del tercero al cuarto haciéndolo fuera de los treinta, que es justo lo que tiene que hacer Cabrera Bello. Fueron Marc Leishman (2009), Geoff Ogilvy (2011) y Morgan Hoffmann (2014). Y sólo uno, Hoffmann, además había comenzado en el primero de los cuatro torneos fuera del top-100.
A su favor juega el hecho de haber recuperado las mejores sensaciones hace dos semanas en Boston, así como la experiencia adquirida en los últimos tiempos ante retos igualmente exigentes, como por ejemplo el hecho de conseguir la tarjeta del PGA Tour, haberse metido por sus propios medios en el equipo europeo de la Ryder, o más recientemente, ser el primer español en la historia en ganar el Open de Escocia.
Rory McIlroy, por cierto, se encuentra en una posición similar: partiendo mañana desde el puesto 51º de la FedEx necesitaría algo así como un top-4 en el torneo para asegurar su presencia en la cita final de Atlanta.
