Durante sus mejores años como profesional, la única preocupación de Tiger Woods en los campos de golf era cómo ‘aplastar’ a sus rivales y engrosar su lista de triunfos y récords. Pero eso ha cambiado en los últimos años añadiendo un nuevo objetivo más: desempeñar su papel de padre que ayuda a su hijo a perseguir sus sueños.
Esta semana, el ganador de 15 majors y su ‘heredero’, Charlie Woods, de 13 años, concedieron su primera entrevista juntos, compartiendo su pasión por el golf y valorando la evolución del juego del pequeño de los Woods y la de Tiger como caddie. Ambos formarán equipo los días 17 y 18 de diciembre para disputar su tercer PNC Championship consecutivo, en el Ritz-Carlton Golf Club de Orlando, en Florida.
Tiger y Charlie finalizaron en la segunda posición en este divertido torneo de padres e hijos logrando un sensacional registro de 11 birdies consecutivos en la última ronda, vistiendo con los famosos colores rojo y negro de Woods los domingos. «Yo sólo quiero que Charlie disfrute de lo que está haciendo», dijo Tiger sobre su hijo en el Notah Begay III Junior Golf National Championship, torneo disputado este miércoles.
Begay fue compañero de equipo de Tiger Woods en Stanford y se encargó de la entrevista a padre e hijo: «Le estoy apoyando, obviamente, y ayudándole a tener oportunidades. Como padre, nuestro trabajo y responsabilidad es brindarle nuestro apoyo, y para mí está siendo divertido que su pasión sea la misma de la que tanto he disfrutado yo».
Charlie firmó una tarjeta de 68 golpes, la mejor de su carrera, a finales de septiembre, para clasificarse en el campeonato a 54 hoyos de Koasati Pines en Coushatta, Louisiana. Después selló rondas de 72, 69 y 71 golpes para terminar empatado en el 11º puesto de la clasificación por edades (logró 13 birdies y un eagle en los tres días de competición».
«Lo más importante para mí fue evitar números altos», dijo Charlie sobre su actuación. «Eso es lo principal, practiqué más, evité los fallos y traté de divertirme», insistió. Y además de no tener problemas en criticar su propio juego, tampoco se mordió la lengua a la hora de hablar del papel de caddie ejercido por su padre, Tiger, en el campeonato.
«Se olvidó un par de veces de mi putter», dijo Charlie entre risas. «Eso es todo, realmente», añadió. Tiger, por su parte, señaló: «Es difícil de describir, es increíble poder estar con Charlie y luchar juntos como equipo. Sólo el hecho de ganarse una plaza en el torneo jugando la ronda más baja de su vida y salir y jugar como lo hizo es admirable. Obviamente, aprendió muchas lecciones, pero lo más importante es que disfrutó muchísimo, fue muy divertido para los dos».
Cuando terminó el torneo, Tiger miró a su hijo y le dijo: «Orgulloso de ti, amigo».
La semana pasada, Tiger organizó el Hero World Challenge en Bahamas, donde estaba fijado su regreso a la competición, pero tuvo que centrarse en su papel de anfitrión por culpa de una fascitis plantar que le impidió participar en el torneo. Entonces, en la cabina de la NBC, aprovechó para explicar cómo prepara las rutinas mentales del golf de su hijo, un método similar al que su padre, Earl, usó con él hace más de tres décadas.
«Si soy capaz de entrar en su cabeza significa que alguien más puede hacerlo. Pero llegará un punto en que yo no pueda y seguro que nadie más puede hacerlo», dijo Tiger. Woods demás desveló que Charlie aún no le había vencido, pero que se puso por delante jugando con él en una ocasión. También dijo que nunca le ha dicho a su hijo que imite su swing. «No copies mi swing, copia el de Rory«, dijo Tiger. «¿Alguna vez has visto a Rory perder el equilibrio en un golpe? No, nunca», finalizó.
