Austin Cook es un francotirador espectacular. Donde pone el ojo, pone el tarjetón. No tiene tarjeta del PGA Tour ni del Web.com, pero tiene la sana habilidad de liarla cada vez que se mete en un torneo. En el FedEX St. Jude Classic, esta semana, donde compite con una invitación, no iba a ser menos. Después de dos rondas marcha segundo en solitario a un golpe de Brooks Koepka.
Cook tiene 24 años y está jugando su cuarto torneo del PGA Tour. Falló el corte en el último Byron Nelson, pero acabó undécimo en el pasado Shell Houston Open y decimotercero en el St. Jude Classic de hace un año, su debut en el circuito americano y la razón por la que este año ha sido invitado. Ya ven, no tiene muchas opciones de jugar, pero cuando se pone, es peligroso. Da igual cómo entre al torneo, si por una clasificatoria de lunes o invitado, el asunto es hacerse que se hace notar.
Cook, que hoy firmó una tarjeta de 64 golpes, ha pateado de manera sensacional, sacando mucha distancia al resto de los jugadores. En los greenes ha cimentado una actuación que le permite encarar el fin de semana con la ilusión de, por qué no, este domingo le pueda cambiar la vida.
Como decimos, Koepka marcha líder con un golpe de ventaja, mientras que a dos está Steve Alker y a tres Chris Smith, Russell Knox, Fabián Gómez, Scott Brown, Tom Gillis, Greg Owen y Tom Hoge, una nómina de jugadores que rara vez se encuentra en una clasificación del PGA Tour en los primeros puestos. Especialmente, todos a la vez.
La mala noticia en Memphis fue que Gonzalo Fernández Castaño no pasó el corte. El jugador madrileño tuvo un arranque muy malo, con cinco sobre el par en los primeros seis hoyos y 40 golpes por los primeros nueve. La suerte ya estaba echada, aunque Gonzalo lo siguió intentando y acabó dando algo más que la cara, con tres birdies en los últimos ocho hoyos. En cualquier caso, firmó una tarjeta de 73 golpes y falló el corte por tres.
