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Cuando todo se puso negro en el CIMB, Sergio abrió el paraguas

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El español saldrá en el partido estelar de Malasia el domingo a un golpe de los líderes

Uno de los entretenimientos principales de un cronista cuando un torneo está afectado por continuas interrupciones, ya sea por agua o tormenta eléctrica, es tratar de desentrañar mediante una sesuda (o no tanto) deducción cómo afectan los parones a los jugadores. A veces, muchas, es una simple conjetura, un juego con la justa base científica.

Otras es una realidad impepinable. A esta segunda categoría corresponde lo que le ha pasado hoy a Sergio García en la tercera ronda del CIMB Classic del PGA Tour.

El golfista de Borriol empezó el sábado como un torbellino. En el hoyo 10 ya marchaba cinco bajo par en el día, había tomado el liderato y volaba sobre el recorrido de Kuala Lumpur. Cinco birdies de todo tipo y condición. Sin embargo, antes de pegar el tiro de salida en el 11, un largo y peliagudo par 3, el torneo se detuvo. Aparecieron los negros nubarrones habituales de las tardes malayas y el juego de Sergio pareció contagiarse. Se reanudó la jornada dos horas después, pero ya nada era lo mismo.

García ya no levitaba sobre el campo, ahora sufría. Sin embargo, poco que objetar. En esta nueva versión del español, de la que tanto venimos hablando en el último año y medio, hay recursos para todo y ni un mal gesto cuando el asunto se tuerce. Pronto notó que la cosa no iba, el swing no fluía igual, así que abrió el paraguas, se puso el mono de trabajo, se remangó y comenzó a hacer virguerías para salvar los muebles.

En el hoyo 11 cometió bogey por culpa de un tripateo. El agua caída sobre el campo le jugó una mala pasada a la hora de juzgar la velocidad de los greenes. A él y a Lee Westwood, que venía jugando con el español. La superficie estaba mucho más lenta y se quedaron muy cortos los dos. Apenas quince minutos después de reanudarse el juego, Sergio ya había cedido el liderato. Ahora lo compartía. Y siguió sufriendo…

La ronda se pudo haber marchado por la borda, pero agarró el timón con decisión y llegó a puerto sano y salvo. En el 12 firmó una recuperación fantástica, aprochando desde el rough, con la bandera corta y metiendo un gran putt de vuelta de dos metros. En el 14, par cuatro corto, se marchó al agua de uno. Dropó a unos ochenta metros del hoyo y la dejó a un metro para salvar otro par mágico. De nuevo salvó el par en el 16 desde el rough, y a punto estuvo de embocar para birdie, y en el 17, par 4, se volvió a mojar desde el tee y volvió a salvar el par. Gran tiro tras dropar desde barras rojas y magnífico putt de unos cuatro metros. Aún pudo arañarle el birdie al 18, pero el putt no quiso entrar.

Sergio culmina un movido día del movimiento, valga la redundancia, metido de lleno en la pelea por la victoria. Firmó 68 golpes, haciendo gala de recursos incontables, y situándose en la tercera posición a sólo un golpe de los líderes, Kevin Na, que ganó precisamente en Malasia, en 2002, su primer torneo como profesional, y Ryan Moore, defensor del título. Los tres saldrán el domingo en el partido estelar. Sergio está empatado con Bill Hurley III, mientras que con -9, a dos del español y tres del liderato, se encuentran Kevin Chappell, Sang Moon Bae, Kevin Streelman y Gary Woodland.

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