Inicio Grandes Circuitos PGA Tour Cuando un día apacible de golf muta en ‘psycho-thriller’

Cuando un día apacible de golf muta en ‘psycho-thriller’

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Sergio García.
Sergio García.

Es realmente curioso lo caprichoso que puede ser el deporte en muchas ocasiones. Hay momentos concretos en los que incluso pueden darse situaciones realmente kafkianas o crueles. Un buen ejemplo ha sido la segunda ronda de Sergio García (-3) este viernes en el Honda Classic.

El jugador de Borriol ha comenzado su vuelta por el 10 y las constantes vitales de su juego han sido muy similares a las de ayer. Golf ordenado, sólido, brillante por momentos de tee a green, dándose muchas oportunidades en un PGA National que no regala nada y haciendo birdies aquí y allá.

VÍDEO | Tres birdies por los primeros nueve hoyos para Sergio…

Conseguía dos seguidos en el 13 y 14, con dos tirazos, uno desde el rough y otro desde la calle, y lograba un tercero en el 16, nuevamente en el corazón de la Trampa del Oso, y una vez más con tiro magistral. Así, rápidamente, borraba el único borrón del día, cometido, hasta ese momento, en el hoyo 15. Su golpe de salida de marchaba al búnker del fondo de green y no podía hacer la recuperación desde ahí. Una recuperación, dicho sea de paso, muy complicada.

Sergio mantenía la velocidad de crucero, sin pasar grandes apuros. Tenía opción de birdie en el 17, 18, 1 y 2, ninguna especialmente cerca, pero sin sufrir un ápice. Acto seguido aprovechaba de maravilla el hoyo 3, el más fácil del Champions Course del recorrido de Palm Beach Gardens, en Florida. Sacaba un birdie fácil, cazando de dos este par 5.

Sergio, la paciencia y los nuevos greenes del PGA National

Justo en ese instante, García se encaramaba al liderato con -6, empatando con Jhonattan Vegas, que aún no había salido a jugar, y Sungjae Im, que ya había terminado su segunda ronda. Aún tenía la opción, por tanto, de acabar el día como líder en solitario, aunque es cierto que el tramo del hoyo 6 al 9 de este campo, sin ser la Trampa del Oso, no es nada fácil. En el 4 tenía una nueva oportunidad de birdie, muy buena, desde unos cuatro metros, pero no embocaba, y en el 5 sacaba un par relativamente cómodo, con dos putts desde unos 13 metros.

Hasta ese momento, nada hacía vislumbrar un final tan cruento… El hoyo 6 es uno de los monstruitos del PGA National, un par 4 muy largo y muy estrecho, bien protegido por agua a la izquierda y árboles a la derecha, una zona muy visitada. Sergio ha ido precisamente a los árboles, a la derecha, desde ahí no ha podido cazar el green y ha terminado haciendo bogey. El primero de los tres con los que iba a acabar su vuelta…

A Koepka se le suelta la lengua

Hacía el par en el hoyo 7 y cometía de nuevo bogey en el 8, fallando de nuevo la salida a la derecha y no cazando el green, y en el 9, esta vez desde el centro de la calle, errando el segundo golpe y con un putt de dos metros para par que no quiso entrar. Acababa, por tanto, con una vuelta de par. Frenazo en seco justo cuando cazaba el liderato. Regusto final muy amargo.

Y decimos lo cruel que puede ser el deporte porque Sergio ha terminado el día justo a la inversa de ayer. El jueves finalizaba con tres birdies en los últimos cuatro hoyos y se marchaba al hotel con un subidón. Y hoy, al contrario, tres bogeys en cuatro hoyos y muy malas sensaciones.

A la Trampa del Oso hay que ir de día y acompañado

El trabajo de Sergio ahora es hacer borrón y cuenta nueva. Tratar de eliminar cuanto antes las vibraciones negativas de un final así, quedarse con lo mucho bueno que ha hecho y hacer la lectura correcta. Es decir, pese a ese final, y a falta de lo que ocurra en el turno de tarde, sigue metido de lleno en la pelea, a sólo tres golpes del liderato. De hecho, entre los jugadores de la mañana, nadie ha sido capaz de ir más allá de -6.

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