D.A. Points (-8) es el primer líder del Shell Houston Open, último tren con destino a Augusta en el PGA Tour…
El jugador norteamericano, famoso porque logró su única victoria jugando al lado del actor Bill Murray en el AT&T National Pebble Beach Pro Am, aterrizó en Houston con un lastre de tres cortes fallados consecutivos y un nuevo putter en su bolsa.
Cansado de comprobar que los resultados no florecían en los greenes, decidió descolgar el teléfono, llamar a PING y encargar un putter exactamente igual al que una vez pidió prestado a su madre cuando aún era un junior y con el que disparó su carrera. “Seguramente soy un idiota por no haber seguido utilizando aquel putt durante toda mi vida, pero ya saben, los resultados comienzan a torcerse y todos buscamos cambios…”, señaló.
El nuevo putter ‘vintage’ sólo tiene una novedad. La marca norteamericana le ha añadido algo de peso para adecuarse a los gustos actuales del golfista. Comenzó a probarlo en la Tavistock Cup y se terminó de convencer en el Pro-Am del miércoles. “No es que ruede muy bien la bola, pero los putts entran y eso es lo importante”. ¡Vaya si entran! 23 putts en la primera ronda y liderato con un golpe de ventaja sobre Cameron Tringale y John Rollins.
La vuelta de Rollins tiene un mérito especial, ya que jugó en el turno de tarde, justo cuando más viento sopló sobre el recorrido de Redstone. En este mismo turno salió Rory McIlroy. El Número 2 del mundo tiene difícil, de momento, reconquistar su posición de privilegio. Necesita ganar y está muy lejos del líder. Arrancó con una vuelta de 73 golpes (+1), por ahora fuera del corte. Pese a todo el norirlandés se muestra positivo. Llegó a ponerse +3, pero consiguió enderezar el rumbo con tres birdies en cuatro hoyos (10-13).
