El canadiense David Hearn (-15) es el tercer líder en tres jornadas del RBC Canadian Open. «Ojalá David puede vencer a Goliath», señalaba al finalizar su vuelta de sábado de 68 golpes en el Glen Abbey Golf Club (Oaksville, Ontario, Canadá). Se refería, por supuesto, a su emparejamiento en el partido estelar del domingo con Bubba Watson (-13). «Tengo que concentrarme en hacer mi juego. Hay golpes que Bubba pega que la mayoría ni siquiera debería intentar», añadía.
No será el único gigante abusón contra el que tendrá que luchar. Hay otros que andarán cerca, a la caza dominical del liderato: Jason Day (-13), Brooks Koepka (-12)…
Parte de la historia misma del torneo y del golf canadiense son también Goliath: hace 61 años que un jugador de la tierra no gana el evento. Fue Pat Fletcher en 1954. Igual que el propio curriculum de Hearn, pues todavía no ha ganado en el PGA Tour. Y aún hay más que tiene que ver con una pequeña maldición de la semana: los líderes que han ido sucediéndose caían al día siguiente con tarjetas claramente por encima del par. Le sucedió a Grillo y también le ha ocurrido a Chad Campbell, aunque quizá ambos puedan todavía apurar las opciones de triunfo desde su acumulado de -11.
No demasiado lejos de la cabeza, Ollie Schniederjans (-10), el chico sin gorra, espera celebrar su flamante paso a profesional (la semana pasada aún jugó como amateur el Open Championship) con un gran final que confirme la advertencia que lanzaba en la cuna del golf (duodécimo terminó en St. Andrews). Tiene 22 años y es texano… Al final todos los caminos parecen llevar a Jordan Spieth. No en vano, su deslumbrante explosión está sirviendo de inspiración, referencia y acicate a todos los jóvenes talentos.
