En el momento en que se juntan 18 de los mejores jugadores del mundo, seis top ten mundiales, 14 top 20 y nueve ganadores de Grandes resulta algo atrevido calificar un torneo de pachanga. Bien es cierto que el Hero World Challenge de Tiger Woods, que arranca este jueves en Bahamas, no forma parte de ningún circuito, pero reparte un botín de puntos de ránking mundial muy importante y supone para todos despedir el año con un subidón. Ganar el torneo de Tiger deja huella.
Para el propio Woods, no es ningún amistoso. Viene de caer en el mano a mano contra Phil Mickelson en The Match y no deja de ser el anfitrión. Ganó el Tour Championship de la FedEx Cup y después cuajó una pésima Ryder Cup. Tiene espinas que quitarse de encima. Es una buena semana para demostrar lo que puede hacer el año que viene.
También es una semana con miga para Jon Rahm. Es la primera vez que juega el torneo de Tiger y tiene muchas ganas de hacerlo bien junto a los mejores del mundo. Ningún español ha ganado está cita, así que a buen seguro que Jon querrá ser el primero en colocar su nombre en esa copa cuyo vigente campeón es Rickie Fowler.
No obstante, si hay alguien para quien este torneo no es ninguna pachanga es Justin Rose. El inglés puede recuperar el Número 1 del mundo esta semana. Para ello, debe quedar segundo empatado con otros dos o mejor. De este modo, superaría a Brooks Koepka, que no juega el torneo, y produciría la sexta semana consecutiva de alternancia. Si no lo consigue, aún tendría una oportunidad más de acabar el año como Número 1, ya que juega en Indonesia en diciembre.
Entre los nombres más destacados que jugarán este Hero World Challenge están Dustin Johnson, Justin Thomas, Jason Day, Patrick Reed (con el que parece que no acabó tan mal la Ryder), Bryson DeChambeau o Henrik Stenson. Llama la atención la ausencia de Jordan Spieth o el propio Koepka.
Tanto como llamar la atención lo de Spieth… Que se casó la semana pasada. Sinceramente gracias por difundir el golf tan bien.