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«Estaba tirado en la lona y seguía recibiendo golpes»

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Jon Rahm, junto a su caddie Adam Hayes. © Golffile | David Rosenblum
Jon Rahm, junto a su caddie Adam Hayes. © Golffile | David Rosenblum

Jon Rahm no encontraba una explicación clara y lógica sobre lo que pasó en la tercera ronda del THE PLAYERS. Todo se unió en su contra. Todo salió mal. El campo no le dio un respiro y cuando parecía que podía sacar la cabeza, algo tiraba de él hacia abajo para hundirlo un poco más. Vuelta de 82 golpes, la peor de su carrera en el PGA Tour. Aquí os dejamos sus valoraciones tras la durísima jornada.

El campo no le dio ninguna tregua… “No ha salido nada en el campo. Cuando me di cuenta de que iba más siete en siete hoyos, me fui. Hice bastantes buenos swings, pero sólo recibía un golpe tras otro, nada era como yo esperaba. Logré el birdie en el 9, después hice dos buenos swings en el 10 y pensé que igual las cosas iban a cambiar. Pero nada, el chip se me fue largo un metro y tres putts. Estaba en la lona y seguía recibiendo golpes. Digamos que no ha sido mi mejor día. No hay nada más que hacer, hay muy pocas cosas buenas que sacar de hoy. Lo único es que tendré un día extra de descanso. Nada más”.

«El putt estaba funcionando pero a partir del hoyo 6 todo se vino abajo»

Los tres putts en el hoyo 6 hicieron mucho daño… “Honestamente, no me esperaba una ronda así. Hice bogey en el dos y sinceramente creo que no fallé ninguno de mis tres primeros golpes. Sentía que lo estaba haciendo bien y acabé con bogey. En el tres se me quedó mala. En el 4 no sé lo que pasó, pero casi doy un shank con el hierro 4 y al agua. Tiré cinco putts en los primeros cuatro hoyos y marchaba tres sobre par. En ese momento el putt estaba funcionando y después a partir del 6 todo se vino abajo. Fallé dos putts a medio metro. No sé qué puedo decir sobre eso. De ahí al final, mi cuerpo no respondía. Hacía tiempo que no me pasaba algo así y cuando me había pasado había logrado reaccionar. Como ocurrió en Palms Springs. Iba cuatro o cinco sobre el par y terminé haciendo par. Traté de mantener la mentalidad, pero simplemente no pasó nada. Incluso en el 16. Pegué uno de los mejores hierros de mi vida desde una chuleta, botó cuesta abajo y casi acabo en el agua. Por suerte hice birdie. Simplemente, cosas que pasan. Es golf”.