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Declaraciones completas de Jon Rahm tras ganar el Genesis Invitational

El tiro del día para Rahm no fue el putt del 14 ni el hierro del 16…

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Jon Rahm admitió nada más sentarse antes los periodistas con el trofeo bajo el brazo que había sido una jornada muy estresante. Una montaña rusa de emociones. Lo vio encarrilado y lo vio negro en varias ocasiones. Por eso, quizá, de lo que más orgulloso estaba después de recibir la copa de manos de Tiger Woods era de cómo se manejo en los momentos más difíciles. Jon habla a calzón quitado de su vuelta, de la especial ilusión de ganar el Genesis, de los mejores tiros día, de los peores y los errores. Sin tapujos. Y también habla de Tiger Woods y la virtud que lo hace diferente al resto. Aquí tienen las declaraciones completas…

Cómo se consigue mantener un nivel tan increíble de rendimiento… «Obviamente he hecho muchas cosas de manera correcta cada día y lo importante es seguir haciéndolas. Siempre he sido muy disciplinado y creo que ahora estoy recogiendo esos dividendos de tanto trabajo duro. Sigue haciendo esas pequeñas cosas y disfruta. Cuando juegas bien y ganas es obviamente muy divertido, pero también hay que conseguir disfrutar de los momentos duros».

El golpe del día no fue el putt del 14 ni la salida del 16… «Han pasado muchas cosas es la última ronda. Si me dices después de pegar la salida del 9 que en el 13 iba a estar uno por detrás no te habría creído porque me sentía muy bien, pero esto es golf y este es un campo que puede cazarte en cualquier momento. Para mí lo más importante es cómo logré resetear en los malos momentos. Por ejemplo, en el tee del 13, después de pegar ese mal golpe desde el tee. Me dije: si eres capaz de hacer el par aquí y jugar bajo par en los que queda, es muy probable que seas campeón. Hubo grandes momentos en esos cinco últimos hoyos, como el putt del 14, el del 15 o el tiro del 16, pero su me tuviera que quedar con uno, diría el segundo golpe en el 13, ponerla en green desde ahí y hacer dos putts».

La mejor manera de combatir los nervios del sábado… «Soy humano y claro que estaba nervioso el sábado por la noche. Era consciente de la magnitud de lo que estaba pasando. Mi tercera victoria en el PGA Tour en un año, algo que no había hecho antes, muy pronto en el tiempo y en un escenario como Riviera, con esta historia, y con Tiger Woods. Pero los niños son una bendición en muchos sentidos y en este también. Desde que llegué a casa Kepa, porque Eneko ya estaba frito, se me echó encima y sólo quería papá y jugar. Y así pasé dos horas y media hasta que acabó fundido. En todo ese rato no pensé nada en golf. Nada importaba. Esto me hace la vida más fácil y lo que ocurre en el campo importa un poco menos, se minimiza».

Los errores de la jornada… «El 10 y el 12 fueron dos momentos importantes. En el 10, con la bandera a la derecha, no puedes fallar por la derecha. Eso es lo que buscaba, pero la bola cerró más de lo que yo pretendía y la cogió el viento. Después dependes de la suerte. Yo tenía tiro a green. Si lo hacía perfecto la dejaba 10 metros corto. Si le pegaba más fuerte de la cuenta, la bola con la pendiente terminaba en el búnker y sin opciones. El margen era muy estrecho. Tenía que pegarle blando para tener una opción. Después, la bola se quedó en una posición mala. Traté de ser agresivo y me fui al búnker de atrás. Dejar esa sacada a metro y medio creo que fue un gran golpe. Y meter el putt fue importante porque Max había conseguido el birdie y tenía que minimizar el daño. El hoyo 12 lo jugué perfecto de tee a green y después tiré dos putts horribles. No hay más. Acto seguido pegué la peor salida del día y tuve suerte porque se quedó en una buena posición. No tenía mucho ángulo a green, pero estaba limpia y podía pegar. Un gran hierro 6. El putt de par del 13 me dio confianza porque venía de dos malos putts en el 12 y estaba un poco nervioso. A partir de ahí, jugué muy sólido. El golpe del 16 con un hierro 8 fue el mejor swing de la semana».

La relativa importancia de ser Número Uno otra vez… «Si no fuera Número Uno del mundo no me importaría. He ganado cinco de mis últimos nueve torneos, no he bajado de la séptima posición, he ganado tres torneos en 2023, no necesito un ranking para validar lo que estoy haciendo. Es la mejor temporada de mi vida y ojalá siga así. Ya lo he dicho otras veces, hay que esperar año y medio para que la clasificación refleje mejor la realidad. Creo también que es muy bueno que en apenas un mes hayamos tenidos tres Números Uno diferentes».

El putter y los wedges como factores diferenciales… «No estoy haciendo nada distinto. Es lo mismo de siempre, lo que sé que necesito, esas pequeñas cosas, trabajar en lo mismo, centrarme en el día a día y saber que algún días las cosas van a ir bien por eso que estamos haciendo. Diría que ahora estoy metiendo más putts y los wedges están funcionando mejor y así me dejo más oportunidades. Parece que todo se disparó después del domingo de Wentworth, pero yo ya sabía que era capaz de hacerlo».

Con qué se quedaría de Tiger Woods… «Admiro todas las cosas y cada una de ellas de la mentalidad y el juego de Tiger Woods. Si miramos todo lo que ha conseguido es impresionante. Pero si tuviera que decir cuál es su mejor atributo en esos 15 años y en 2019, diría que es la increíble capacidad para meter los putts cuando había que hacerlo, en los segundos nueve. Esos son los grandes atletas de la historia, Michael Jordan, Kobe, Lebron, Brady… Lo que hace más grandes a los más grandes es hacer las cosas en el justo momento que hay que hacerlas».

Los logros de Tiger Woods y su carrera por estar cerca de él… «Es increíble lo que Tiger había hecho ya con mi edad. Creo que ganó tres veces seguidas en 14 ocasiones, no sé cuántas temporadas tuvo de cinco o más victorias, entre 1999 y 2000 ganó 17 veces y cuatro Grandes. Sólo eso es más que el 99 por ciento de las carreras profesionales. Poder parecerme en él en algo por pequeño que sea ya es muy grande y ojalá pueda seguir haciendo cosas. Lo que él ha hecho, y con cambios de swings por medio, es alucinante».