Tiger Woods tenía claro el análisis de su primera ronda de competición después de más de siete meses de ausencia. El gran campeón californiano, por ejemplo, reconocía al terminar la vuelta que tenía dolores en varias partes de su cuerpo, pero no le daba al asunto mayor importancia. Sin embargo, sí se la concedía al aspecto mental, donde se ha visto varios peldaños por debajo de lo que acostumbraba.
Es interesante su discurso al respecto: “He tenido un comienzo decente en la vuelta, pero luego, en la segunda mitad y el final, he notado una falta de compromiso con lo que tenía que hacer. En lugar de reaccionar con naturalidad a lo que sientes que tienes que hacer, estás pensando en lo que tienes que hacer hasta el mismo momento de apretar el gatillo y entonces sale un mal tiro… Me ha pasado una y otra vez. Ha sido una falta de compromiso con lo que estaba sintiendo y haciendo, tengo que mejorar”.
Sin embargo, acerca de la parte física, nada que le haya sorprendido. Y volvía Tiger a insistir más en la parcela mental. “Estoy dolorido, de eso no hay duda y esta noche vamos a tener trabajo. Dolor en la espalda, en el cuello, en la pierna… Y mañana volveré al gimnasio para activarme y estar preparado. Ahora sé lo que necesito hacer mejor mentalmente porque he cometido algunos errores en este sentido. Mentalmente me he visto muy oxidado y he cometido errores que normalmente no suelo hacer”.
Sea como sea, Tiger se ha mostrado templado y hasta sonriente una vez finalizada la ronda. Sus razones tenía. “Ha sido muy divertido estar ahí con J. T. (Justin Thomas), Bonesy (Jim ‘Bones’ Mackay, caddie de Thomas) y Rob (Rob McNamara, caddie de Tiger esta semana). Ha sido un gran día. Hemos estado bromeando acerca de que nos estábamos preparando para el quinto Grande del año, que es dentro de un par de semanas”.
Woods también ha reconocido que el ritmo de juego, como es lógico, “no es el mismo cuando se está compitiendo que cuando se juega una ronda de prácticas en casa”, y que también lo ha notado ligeramente, así como alguna que otra incidencia propia de un torneo, como la larga espera que ha sufrido su partido en el hoyo 6, cuando Scheffler, que iba en el partido de delante, ha tenido que resolver una situación complicada con dropaje incluido. “Íbamos jugando a buen ritmo y se ha roto, pero estas cosas pasan en un torneo de golf y es algo que a lo mejor das por hecho cuando está ahí cada semana compitiendo, pero no tanto cuando no es así”, sentenciaba.
