Dustin Johnson no es un jugador al que un periodista aspire a sacar una batería de titulares ingeniosos, potentes y rompedores en un ratito de charla. Más bien al contrario. Podría decirse, de hecho, que la versión jugador es prácticamente antagónica a su versión entrevistado.
Cuando pisa un tee y tiene un palo en las malos es dinamita, mientras que ante los micrófonos se convierte en lo más parecido a un algodón de azúcar. Es hábil para eludir polémicas, evita las frases absolutas y realiza un esfuerzo significativo para no salirse de un discurso plano y hasta apocado. Por este motivo, ha llamado la atención su primera comparecencia del año ante los medios a las puertas del Sentry Tournament of Champions. Ni ha parado rotativas ni lo van a llamar del Chiringuito, pero sí que ha mostrado una cara más exigente y ambiciosa de lo habitual.
PODCAST: ¿Qué pasará en 2020? Hablan los que más saben…
Da la sensación de que DJ nunca se inmuta. Su gesto no varía ya sea enviando un drive a 360 metros o mandando un golpe fuera de límites en Pebble Beach cuando va liderando un US Open. Siempre se ha mostrado inalterable. Pero en Hawái ha enseñado, quizá por primera vez, que hay cosas que le duelen y que alguna espinita tiene clavada en una carrera de lo más exitosa. Dustin ha admitido esta semana que le faltan títulos…
Lo que Rahm podría lograr con un triunfo en Hawái…
Ha ganado más de 20 torneos pertenecientes al ranking mundial desde que se hizo profesional hace trece años y ha logrado al menos una victoria cada temporada desde la 2007-2008. Esta secuencia de éxitos es fabulosas y tiene un valor extraordinario. Además, ha sido Número 1 durante 91 semanas, sólo superado por Tiger Woods y Rory McIlroy entre los golfistas que están en activo. El historial es llamativo y poderoso, pero a Johnson le sabe a poco.
El golfista de Columbia señaló este miércoles que “siento que debería tener más victorias de las que llevo en la actualidad, aunque tengo claro que ganar es muy difícil porque el nivel de todos los jugadores es muy alto. Pero yo tengo claro que soy capaz de hacer más de lo que he hecho”. Cuando se le pidió si podía cuantificar esos triunfos de menos que tiene, señaló que “al menos debería tener el doble”. En este sentido, fue un poco más lejos al definir qué es un año exitoso para él. “Diría que ganar tres o cuatro veces y estar en la pelea por el triunfo en los cuatro Grandes… Realmente, un año bueno sería si consigo estar para ganar cada semana que juego”, explica. Esta es la versión más exigente que se le recuerda a Johnson y, seguramente, un primer aviso a navegantes sobre lo que nos espera de él en 2020. Tiene hambre. El que faltaba se une a la gran batalla que nos aguarda.
Tee times: Rahm comienza el año jugando con todo un campeón del US Open
Por lo pronto, el jugador nacido en Columbia en 1984 lleva seis días en Hawái entrenando el campo. Seguramente, con los notables cambios que se han hecho desde el año pasado, sobre todo en los greenes, es el que mejor se lo conoce. “No va a ser fácil dejar la bola cerca del hoyo porque los greenes son nuevos y están muy firmes”, avanza.
Da la sensación de que estamos ante un Dustin Johnson nuevo, al ciento por ciento tras la operación de rodilla a la que se sometió tras el Tour Championship, y con los niveles de ambición más altos que nunca. Esto lo iremos descubriendo semana a semana durante toda la temporada, pero hay otra novedad, más física y llamativa si cabe, que se podrá ver desde este mismo jueves noche durante la primera ronda del Sentry.
Raquel Wedge: Vamos allá con un nuevo despropósito, mis predicciones
Se trata de un palo. DJ desveló que va a utilizar desde ya las nuevas maderas de 2020 de TaylorMade, concretamente las Sim Max, aunque la gran novedad es que también pondrá en juego un híbrido. “La verdad es que nunca pensé que volvería a utilizar uno”, señaló. Concretamente, según indicó él mismo, no utiliza el híbrido desde sus dos primeros años como profesional, 2007 y 2008. Ya ha llovido. De momento, ha dejado fuera el hierro 3. Va a dar algunas semanas de prueba al híbrido y si funciona bien lo mantendrá en la bolsa y si no, lo cambiará de nuevo.
