Luke Donald dejará de ser Número 1 del mundo esta misma noche. Rory McIlroy vuelve a tomar el mando. Esta vez sin jugar, tranquilo, desde su salón. El inglés debía acabar entre los ocho primeros en el RBC Heritage y ya no podrá salvo que hoy realice algo muy parecido a un milagro…
Donald firmó ayer el par en el Harbour Town Links y se mantiene con +2, en el puesto 52º, a siete golpes del objetivo. Ayer, Cameron Beckman, que también llevaba +2 después de la segunda jornada, hizo cinco sobre par y llegó hasta el puesto 14º. Luke, por tanto, necesitaría una machada de unos 64 golpes, algo que esta semana sólo ha hecho Michael Bradley. Y tendríamos que ver finalmente si le valdría.
El torneo, mientras, se decidirá con un partido estelar de peso, en el sentido más literal del término, y un penúltimo partido también de peso, pero en el sentido metafórico. Carl Petterson (-12), cerca de 90 kilos a sus espaldas, lidera el torneo con un golpe de ventaja sobre Colt Knost, que pesa según el dato oficial del PGA Tour, 97. “Hemos hecho la vuelta en menos de cuatro horas. No está mal para dos tipos gordos como nosotros”, bromeaba el sueco Petterson.
Por detrás, viene caballería, aunque algo lejos. Zach Jonhson (-8) persigue su octava victoria en el Circuito Americano, mientras que Boo Weekley (-7) intentará conseguir la tercera, la tercera en este mismo torneo y la tercera en este campo de Hilton Head. El resto parece algo lejos como para optar al triunfo.
