Justo un mes después de caerse en Augusta por una pequeña escalera y quedar malparado para la práctica del golf regresa a la competición Dustin Johnson, el Número 1 del mundo. Lo hace en el Wells Fargo Championship, que se disputa a partir de mañana en el Eagle Point Golf Club (Wilmington, Carolina del Norte). Este es el principal centro de atención de la cita, porque hay una gran pregunta que se impone sobre cualquier otra consideración y que habrá que ir contestando con el paso de los hoyos y las jornadas: ¿retomará como si tal cosa el estadounidense el mando de las operaciones del golf mundial, que con mano tan firme manejaba antes del infortunado accidente? No será tan sencillo, seguro, pero sus números, sus estadísticas, eran tan impresionantes hasta Augusta que cuesta mucho no confiar en sus posibilidades.
Desde nuestro particular punto de vista, el Wells Fargo va mucho más allá de la reaparición de Johnson, pues también se citan en este torneo tres jugadores españoles, cada cual con sus cuitas, necesidades y expectativas. Jon Rahm regresa a la competición después del Masters con energías renovadas y ya no es ninguna novedad recalcar que el joven de Barrika aparece de nuevo en todas las quinielas de los analistas.
Rafa Cabrera Bello, por su parte, necesita dar un empujón a su situación este año en el PGA Tour, pues se presenta esta semana en el puesto 117º de la FedEx Cup y después de haber fallado el corte en sus tres últimas comparecencias en este circuito (Houston, Masters y Heritage), una situación ciertamente extraña y anómala para el canario. Esta semana debe ser la de su rampa de despegue.
Gonzalo Fernández Castaño llega en situación aún más complicada. Necesita sumar mucho y cuanto antes, puesto que sobre él pende además la permanente amenaza del re-ranking de su categoría, que le dificultará su entrada en algunos torneos si no mejora. Cada oportunidad, por tanto, cuenta doble para él. La buena noticia es que se encuentra probablemente en su mejor momento de juego en mucho tiempo, así que puede y debe esperarse una buena actuación del madrileño que le ayude a templar más la situación y ver el resto de temporada desde un punto de vista menos estresante. Otra buena noticia: su mentalidad está fuerte y consigue la mayor parte de las veces sacarle la parte positiva a cada situación, por intrincada que sea.
