Sólo cuatro jugadores han conseguido vencer al recorrido del TPC Potomac en una dura tercera jornada del Wells Fargo Championship. Tal y como avanzaban las previsiones, el agua y el frío han sido protagonistas y han hecho de la ronda de cada cual un pequeño infierno. Uno de los cuatro que han salido airosos y victoriosos del reto ha sido el actual líder, Keegan Bradley (-7), que firmaba una meritoria tarjeta de 67 golpes en un campo pesado y traicionero, muy difícil de manejar, debido a las condiciones. Los otros tres valientes han sido Rory McIlroy, Cameron Young y Nick Taylor. Bravo por ellos.
A Jason Day (-1), sin embargo, líder destacado al inicio del día, se lo han llevado por delante las circunstancias. Demasiados problemas en casi todas las parcelas del juego. Demasiados disparos errados. Cuando el desliz no llegaba desde el tee lo hacía desde el fairway, o bien después en los greenes o en sus alrededores, hasta el punto de llegar a sumar cinco bogeys, un doble y un triple. Demasiados golpes, en definitiva, para una ronda de 79, nueve más en el día, que parece alejarlo de cualquier opción de victoria. Se cumplían esta semana cuatro años desde su último triunfo, pero va a tener que seguir esperando, salvo milagrosa remontada dominical. Un tiempo, por cierto, este de los cuatro años, que es el mismo que lleva también el líder, Bradley, sin cantar victoria.
Sergio García (+2) no ha conseguido meterse en la lucha por el triunfo. También ha sucumbido al agua, el viento y el frío. Le ha costado mucho entrar en calor y marchaba con un parcial demoledor de cuatro más en los primeros cinco hoyos. Después iba a mejorar y hasta embocaría desde la arena en el hoyo 9 para birdie, pero sin llegar a soltar ya el lastre necesario.
Lo de mañana en el TPC Potomac tampoco va a ser una fiesta, precisamente. Es cierto que quizá caiga menos agua, pero el frío será incluso más intenso. Visto lo visto con Day, mejor será no hacer ningún vaticinio, porque a cualquiera se le puede salir la cadena en estas condiciones.
