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Ras de hierba: datos e historias que nos deja la segunda ronda en Pebble Beach

El dato con el que se pellizca Spieth para saber que todo es real

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Jordan Spieth, en Pebble Beach. (Photo by Ezra Shaw/Getty Images)

– La última vez hasta hoy que Jordan Spieth lideró un torneo del PGA Tour fue en el Northern Trust Open de 2017. Han pasado casi tres años y medio. Mucho tiempo. Curiosamente, también fue en 2017 cuando logró el último triunfo de su palmarés, en el Open Championship de Royal Birkdale. Obviamente, hay que hacer muchas cosas bien para estar al frente de un torneo del circuito americano después de dos rondas. Jordan Spieth lo sabe y no se engaña. Sin embargo, la prueba del algodón que a él le demuestra que todo esto que está ocurriendo es real, es decir, que su regreso, ahora sí, puede ser una realidad, no un espejismo, es que para ser líder apenas ha tenido que tirar de su arma principal en los últimos años. «La mejor noticia es que estoy ahí arriba sin tener que meter muchos putts largos. Eso significa que el juego está mucho más ordenado, más fiable y que realmente estoy progresando», aseguró.

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Spieth embocó este viernes dos putts largos en Spyglass, pero nada más. No hay tenido que meter una imposible desde el búnker, ni hacer una recuperación asombrosa desde los árboles, no ha tenido que inventarse un chip demencial para salvar un par o sacar un birdie… En definitiva, no ha tenido que recurrir a sus habituales ‘milagros’ para verse arriba en el liderato. Todo está fluyendo de una manera normal, cazando muchos greenes, sin meterse en grandes líos desde el tee, sacando incluso birdies fáciles en los pares 5, aunque sea tirando de dos con el driver, otra muestra de que está más que confiado con su juego largo. Esto es a lo que Jordan Spieth llama progreso.

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– Este sábado tendrá una nueva prueba de fuego en Pebble Beach. Las condiciones van a ser duras y todos lo saben. Se esperan vientos fuertes que podrían alcanzar los 40 kilómetros por hora en algunos momentos. Además, no se descarta la presencia de lluvia. Un verdadero desafío en un campo cuya gran defensa es el viento y que se transforma de lobo a cordero en cuanto aparece. «Estas condiciones van a poner a prueba mis progresos en el swing. Creo que va a ser divertido», advierte optimista Spieth.

– El viernes ya sopló en Pebble Beach. No fue ningún vendaval, no tan fuerte como lo que se espera hoy, pero rápidamente se dejó sentir en los resultados. El algodón no engaña. Con apenas una agradable brisa el jueves la diferencia entre Spyglass y Pebble Beach fue de más de dos golpes y ayer con un poco más de viento se quedó en menos de uno.

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– Obviamente, los jugadores que han hecho la rotación Spyglass-Pebble Beach han salido considerablemente más perjudicados que los que han jugado Pebble Beach-Spyglass. Los datos son irrefutables. De los 14 primeros clasificados sólo dos hicieron la primera rotación y apenas cinco de los 24 mejores. En en este sentido, hay que dar mucho valor a Daniel Berger (-11), Paul Casey (-9) o Francesco Molinari (-5), que han sufrido la parte dura del cuadro.

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– Ojo con Daniel Berger… Suma ya 24 rondas consecutivas al par o mejor. Es la mejor racha en activo en el PGA Tour. Después del confinamiento tuvo otra racha de 32 semanas seguidas. No hay que ser ningún lince para apreciar que se encuentra en el mejor momento de su carrera.

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