Cuántas veces hemos visto a grandes estrellas del fútbol marcar goles de rebote… Un disparo que toca en un rival, cambia de trayectoria, y despista al portero; una falta que pega en el palo, rebota en la espalda del guardameta y va para dentro. Pues algo así, trasladado al mundo del golf, vivió ayer el galés Gareth Bale en su estreno en el AT&T Pebble Beach Pro-Am del PGA Tour.
Jugando en Spyglass, el exfutbolista internacional que pasó por equipos como el Tottenham y el Real Madrid y cuenta con un palmarés repleto de títulos y golazos, vivió una situación comprometida con su bola en un camino que resolvió con un ‘rebote’ de lo más afortunado para dejarse un comodísimo putt de menos de un metro.
Pese a su ejecución, con un aparente ‘filazo’, la bola acabó en un lugar inmejorable después de verse frenada al rebotar en el borde del camino. Un verdadero golpe de suerte y una sonrisa más que añadir a la colección de buenos momentos que está guardando en la memoria en las últimas semanas, aparcada la tensión del fútbol para disfrutar de su pasión por el golf.