Jason Bohn estaba como un niño con zapatos nuevos en la fiesta privada que ofreció Zurich después del torneo y en la que sólo podían estar patrocinadores e invitados muy especiales…
Nos cuenta la historia ‘nuestro’ profesor Jorge Parada, que estuvo toda la semana en el torneo contratado por Zurich. Bohn agarró el micrófono en el epílogo del ágape y aseguró emocionado que pase lo que pase siempre jugará el torneo de Nueva Orleans. No es uno de los mejor dotados económicamente del circuito y suele ser tachado por la mayoría de los jugadores importantes, pero para Bohn es muy especial. ¿Ni aunque un año ganes el Masters? Ni por esas…
Es lógico el cariño de Bohn hacia este torneo. Su victoria le reportó 1.116.000 dólares. Pero no es el primer millón de dólares que gana el americano en su vida. Cuando aún era alumno de Alabama, en su segundo año, se inscribió en un desafío curioso. Consistía en hacer un hoyo en 1 en un par 3. A cambio, un millón al zurrón. Y lo hizo.
La exigencia para cobrarlo era hacerse profesional. Bohn ni se lo pensó. Sin embargo, precisamente este tempranero inicio en el mundo profesional jugó en su contra. Le costó adaptarse y los buenos resultados no terminaban de llegar.
Había dos maneras de cobrar aquel cheque de un millón de dólares. La primera opción era a tocateja. La segunda, en cómodos plazos anuales de 50.000 dólares. Bohn se decantó por la segunda y ha vivido perfectamente en estos años de aquel hoyo en 1. El fin de la paga estaba cerca. Sólo le faltaban tres años. Pero ahora ya no deberá preocuparse demasiado…
