Inicio Grandes Circuitos PGA Tour El pequeño revulsivo psicológico que explica el cambio de putter

El pequeño revulsivo psicológico que explica el cambio de putter

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Jon Rahm. © Golffile | Joe Lumaya
Jon Rahm. © Golffile | Joe Lumaya

Confirmado: Jon Rahm va a mantener como titular en el Arnold Palmer Invitational el putter que estrenaba en la última jornada del Genesis y con el que obtuvo tan buen resultado (recordemos: vuelta de 65 el domingo en Riviera, gracias entre otras cosas a su excelente rendimiento en los greenes con la nueva herramienta).

Este martes, sin ir más lejos, ha vuelto a utilizar el White Hot OG #7S en la primera ronda de prácticas que ha jugado en el Bay Hill Club & Lodge, el escenario del torneo, y aunque no es lo mismo patear en competición que hacerlo en una sesión de entrenamiento, señalemos por si acaso que se le ha visto de nuevo muy cómodo, esta vez en los impolutos y nobles greenes del recorrido de Florida.

El jugador español desdramatiza el hecho mismo del cambio, sencillamente porque tanto el putter que se ha quedado en el banquillo, como el que va a utilizar responden a las mismas especificaciones técnicas. “Lo único que cambia es lo que yo veo cuando estoy puesto a la bola”, explica.

Pero existía un matiz de cierto peso para decidirse a cambiar. O de mucho peso, según cómo se mire… La cuestión es que el de Barrika sentía que no estaba exprimiendo en este arranque de 2022 su consistencia y brillantez en el juego de tee a green, precisamente porque no enchufaba prácticamente nada en los greenes y, llegados a ese punto, el jugador muchas veces va más allá de las meras especificaciones técnicas y busca un revulsivo donde sea, precisamente para tratar de evitar que la bola de nieve se haga más y más grande. En este caso, tal y como cuenta el propio Jon, no iba a perder nada por usar el nuevo putter, puesto que peor casi no le podía ir. Y encima, en aquella última ronda en Los Angeles, se puso a embocar todo lo que no había embocado en las rondas anteriores.