El Masters de Augusta suele ser el objetivo número uno de los mejores jugadores del mundo al arrancar cada temporada. De hecho, la preparación invernal de la gran mayoría de ellos gira en torno al torneo de Georgia, al que buscan llegar en las mejores condiciones físicas y de juego para poder pelear por la famosa Chaqueta Verde. Aunque en el caso de Rory McIlroy (+1) se ha convertido en una especie de obsesión, en especial desde hace ocho años…
Cuando el norirlandés logró la victoria en el Open Championship, el mismo año en que levantó su segundo PGA Championship y tres después de ganar el US Open, el Masters pasó a convertirse en su prioridad absoluta con el deseo de poder completar el Grand Slam y entrar en la historia. Pero pese a haber rondado el triunfo en varias ocasiones (seis top 10 en sus ocho últimas apariciones por Magnolia Lane), no consigue dar con la tecla ganadora.
Este año, McIlroy tomó una decisión arriesgada que ha empezado a hacer aguas antes de lo previsto. Eligió no disputar la semana pasada el WGC Dell Technologies Match Play porque el evento de Austin sólo le garantizaba tres rondas competitivas. Si no lograba alcanzar los octavos de final, no podría jugar cuatro días como pretendía. Pero en el Valero Texas Open de esta semana por el que apostó, ni siquiera ha podido completar 54 hoyos…
380 yards 🚀@McIlroyRory launched this one for the longest drive of the day at the 8th. pic.twitter.com/p17fjwmg8I
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Con dos tarjetas de 72 y 73 golpes ha tenido que hacer las maletas después de fallar el corte. Y si su intención, como desveló estos días, era jugar hasta el domingo en el TPC San Antonio para no empezar a pensar en el Masters hasta el lunes, el plan se ha ido a pique. Así, Rory se marcha de Texas sin disipar dudas sobre su posible candidatura a pelear por la Chaqueta Verde y con la obligación de reprogramar su agenda prevista inicialmente…
Algo parecido a lo que le ha ocurrido a Bryson DeChambeau (+5), aunque en su caso sí estuvo en el Mundial Match Play y la decisión de viajar a San Antonio para jugar este torneo tiene más que ver con su necesidad de acumular rondas competitivas después de casi dos meses fuera de combate por lesión. Dos tarjetas de 73 y 76 golpes le dejan fuera del corte y confirman si aún quedaba alguna duda que el Masters le llega en un mal momento.
"Is that any good?"
Incredible touch from @GaryWoodland to save par at the last. pic.twitter.com/yktZ621hOp
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Casi tan malo como al vigente ganador del torneo de Augusta, el japonés Hideki Matsuyama, quien después de completar sus primeros nueve hoyos del día y cuando peleaba por salvar el corte, se vio obligado a retirarse con una lesión en el cuello que deja en el aire su defensa del título. Habrá que esperar para conocer la magnitud de su problema físico y hasta qué punto puede influirle en su semana más importante del año, en la que lucirá la Chaqueta Verde conquistada en 2021 y ejercerá de anfitrión en la Cena de Campeones.
Y mientras Rory, Bryson e Hideki se lamen las heridas antes de viajar a Augusta, y jugadores como Rickie Fowler (+2) o Jason Day (PAR) se despiden de su última opción de lograr un billete para el primer major de 2022, otros como Ryan Palmer (-10) apuran sus opciones de colarse en el Masters. Algo que el texano conseguiría si consigue sellar el domingo en el TPC San Antonio su primera victoria desde que conquistara el Zurich Classic de Nueva Orleans formando pareja con Jon Rahm en 2018.
His lowest round @ValeroTXOpen since 2010. @RyanPalmerPGA leads by 2. pic.twitter.com/3gPDSxgIdy
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Hoy, por lo pronto, ha esquivado el molesto viento que han sufrido los jugadores del turno de tarde para entregar una extraordinaria tarjeta de 66 golpes, con seis birdies y libre de bogeys, que le aupa al liderato con dos de ventaja sobre Kevin Chappell (-8), que jugó por la mañana, Matt Kuchar (-8) y Dylan Fritelli (-8). Porque la clasificación, con el cambio climatológico y unos greenes más delicados con el paso de las rondas, ha dado un vuelco y han desaparecido de los primeros puestos el escocés Russell Knox (-3), líder tras la primera ronda, o el danés Rasmus Hojgaard (-5).
