J.B. Holmes (-8) ha firmado una tarjeta de 64 golpes y lidera el Hero World Challenge después de la primera jornada. Y a un golpe se ha colocado Hideki Matsuyama (-7), al que ya da miedo verlo otra vez por ahí arriba. Sean o no importantes estos hechos noticiosos, que lo son, vayamos de verdad con lo que interesa: Tiger Woods.
Por partes.
1. El resultado de Tiger, tarjeta de 73 golpes, una por encima del par al final del día, no es nada del otro mundo. Antes bien, de momento marcha en penúltima posición y no ha podido ganar la partida a un campo como el Albany (New Providence, Bahamas), que no es ninguna tontería, sobre todo cuando sopla el viento, pero que también se deja querer y tiene mucho birdie (once de los 18 jugadores por debajo del par).
2. Sus primeros ocho hoyos, con un parcial de cuatro menos en este tramo, eran esperanzadores. Woods no iba de farol esta vez y buena parte de sus tiros recordaban a los de sus mejores versiones. Exhibición en casi todas las parcelas del juego.
3. El primer error de bulto fue un aprochito delicado en el hoyo 9 (antes ya había fallado la calle en este hoyo, pero eso pasa en las mejores familias). Y es cierto que, en cuanto aparecieron las primeras dificultades serias, el Tigre se ha mostrado todavía muy vulnerable. Pareció perder ligeramente el ritmo del swing y se multiplicaron los errores, repitiéndose sobre todo un disparo defectuoso directo hacia la izquierda que le causó numerosos y graves problemas. No obstante, no parece nada demasiado extraño en alguien que lleva 16 meses sin competir, la verdad.
4. No se vino abajo. Es cierto que su juego iba perdiendo consistencia, pero el californiano siempre tenía la intención de regresar. En el par 4 corto del 14, desempolvaba aquel maravilloso truco de prestidigitación: cómo fallar hasta tres golpes y acabar firmando un gran par. Acto seguido, en el 15, par 5, se procuraba una magnífica opción de eagle que finalmente se quedaría en birdie.
5. Aún perdona más de la cuenta en los greenes. Allá donde él transformaba las nubes negras en cielos claros, hoy resulta ‘sólo’ un jugador terrícola. Allá donde él mostraba unos nervios de acero y una precisión de cirujano, hoy deja hueco a la ansiedad.
6. Puesto todo en la balanza, digamos que parece legítimo y realista a abrir de par en par unas halagüeñas expectativas. De momento con prudencia, pero también con ilusión. Digamos que Tiger parece estar más de regreso de lo que estuvo en anteriores reapariciones. Y que le va a venir muy bien jugar esta semana cuatro rondas consecutivas para ponerse en situación.
