De un modo u otro, sigue la fiesta en el BMW Championship. Vijay Singh (-13) es el nuevo líder en Crooked Stick (Carmel, Indiana), empeñado en demostrar que está para mucho más que el Champions Tour…
Y a un golpe de la cabeza, han quedado situados Rory McIlroy (-12) y Tiger Woods (-12), junto a Ryan Moore. El norirlandés no se corta: si ayer entregaba una tarjeta con siete birdies yun eagle, hoy ha sumado seis birdies y un eagle. Lo que ocurre es que se ha mostrado más irregular (cuatro bogeys). Tiger, por su parte, se mantiene sólido como una roca. Hoy, con una tarjeta de 67 golpes remachada con tres birdies en los últimos cuatro hoyos. Cada uno a su modo y, en definitiva, saliendo mañana otra vez juntos para gozo y regocijo de los aficionados y las televisiones.
Toda la atención estará centrada en Woods, fundamentalmente. Ya es así de un modo habitual, de acuerdo, pero además hay que comprobar si el norteamericano supera de una vez por todas ese ‘síndrome depresivo’ del fin de semana que tantos disgustos le ha dado en 2012. Digamos que el Tigre ya es el Tigre a todos los efectos hace muchos meses, pero le falta ese punto de excelencia.
Quedan muchos hoyos por delante y el asunto no va a ser un mano a mano entre estos dos monstruos. Lee Westwood (-10) se ha sumado a la fiesta con un inmaculado 65. Y no es el único. Mucho menos teniendo en cuenta las remontadas que pueden darse en este recorrido, donde los 64 no son precisamente una especie en extinción.
Y eso, un tarjetón, es lo que va a necesitar Sergio García (-6), que sigue haciendo las cosas razonablemente bien, pero sin la explosividad que el escenario y la situación requieren. En realidad, si analizamos su vuelta de hoy, sólo le ha faltado algo de tino o brillantez en los greenes, porque bien podría haber sido de cinco o seis menos sin grandes alardes. En los hoyos 15 y 16, por ejemplo, se dejaba dos opciones de menos de dos metros que no conseguía convertir. Si este sábado se hace con los greenes todavía puede luchar por el triunfo el domingo.
