Muy satisfecho, aunque con el regusto agrio de no haber podido rematar con eagle en el 18 del Glen Abbey Golf Club, pateando desde tres metros, lo que a la postre le habría dado la opción de salir a jugar un desempate por el triunfo con Jhonattan Vegas. Así estaba Jon Rahm una vez finalizado el RBC Canadian Open con el segundo puesto en el bolsillo, empatado con Dustin Johnson, el Número 2 mundial, y el escocés Martin Laird.
El fantástico disparo en el 18 para dejarse una gran opción de eagle. «En el 18 pegué probablemente uno de los mejores golpes de mi vida y probablemente el mejor hierro 5 (tenía 198 yardas a la bandera) que he pegado nunca. Si alguien me dice que estaría a tres metros para eagle en ese hoyo no le habría creído…»
El dichoso putt de eagle que nunca llegó a caer. «Yo veía que había que tirarlo al borde izquierdo por dentro. Sin embargo, la bola salió recta e incluso cayó un poco hacia la izquierda. En ningún momento esperaba que la bola hiciera eso. Después, Derek (Fathauer, su compañero de partido) me dijo que a él le había pasado lo mismo. Fue duro ver ese putt irse por la izquierda sin que llegara a romper».
La semana en Canadá. «Me voy con más confianza. He jugado dos rondas de golf excelentes, la primera y la última. Y las otras dos también han sido buenas. Hasta tuve mi opción de victoria… A ver si una semana soy capaz de poner cuatro buenas rondas juntas y de ganar.
La consecución de los derechos de juego en el PGA Tour. «Todavía tengo tres torneos más por delante y desde luego estoy muy cerca. Sólo necesito seguir jugando de la misma manera que lo estoy haciendo». (En realidad, con este segundo puesto no es que Rahm esté cerca, es que se puede dar por hecho que ya tiene los derechos de juego del PGA Tour para la temporada 2016-17, teniendo en cuenta que sus ganancias ascienden ya a algo más de 868.000 dólares y que se estima que con unos 750.000 dólares debería bastar para alcanzar el puesto 125º de la lista de ganancias, que era el objetivo).
