Toca remontada en el Orange County National de Orlando. No ha empezado bien la Final de la Escuela americana para Pablo Martín, pero esto es muy largo…
El malagueño ha arrancado con una vuelta de 78 golpes en el recorrido Crooked Cat, que se encuentra a pocos kilómetros de Disneyworld, un lugar donde todo es posible. Como posible es la remontada, teniendo en cuenta que la Final se disputa a seis jornadas eternas.
Pablo empezó ayer con bogey en el hoyo 11 y rápidamente respondió con un birdie en el 12. No fue el mejor de sus días, pero iba minimizando el daño. Aguantó con dos bogeys más y afrontó los tres últimos hoyos con un +2 en su tarjeta que, sin ser bueno, lo dejaba a tiro de los puestos altos.
Sin embargo, el final de la ronda fue muy complicado. Hizo bogey al 7 y al 8 y terminó con un doloroso doble bogey en el 9. Demasiado castigo.
El español se encuentra ahora a siete golpes del puesto 25º, el último puesto que da derecho a tarjeta del PGA Tour y donde, por cierto, ahora mismo se agolpan 50 jugadores. Lo cierto es que Pablo ya sabe cuál debe ser su estrategia en los próximos días. No le queda otra que atacar y hacer birdies. No habrá especulación en su plan de juego, por otro lado, el escenario donde el andaluz se encuentra más cómodo.
Las condiciones de juego ayer en Orlando fueron bastante duras. Por momentos, el viento sopló a casi 35 kilómetros por hora y las temperatura fueron bajas. Las condiciones hoy, según anuncian las previsiones, serán perfectas.
Pablo juega el recorrido Panther Lake, un par 71, que ayer ofreció más dificultad que el Crooked Cat.
