Con todas las miradas puestas en el tramo final de la temporada en el European Tour, el PGA Tour 2019-20 empieza ya a reclamar su protagonismo y a ponerse serio. Y para ello, su cuarto torneo del calendario, el Shriners Hospitals for Children Open que se disputa esta semana en el TPC Summerlin de Las Vegas, contará ya con la presencia del auténtico devorador de éxitos del circuito: Brooks Koepka.
Será el primer torneo del nuevo curso para el vigente Número 1 del ranking mundial, y en Las Vegas, la ciudad de los casinos, nadie duda en señalarle como principal favorito a la victoria. Y no porque el ‘field’ del evento sea de perfil bajo, ni mucho menos. Para ganar tendrá que batir a jugadores del prestigio de Bryson DeChambeau, Tony Finau, Phil Mickelson, Hideki Matsuyama o los primeros ganadores de la temporada: Joaquín Niemann, Juan Sebastián Muñoz y Cameron Champ. Pero es que los comienzos de Koepka los últimos años han sido arrolladores…
Hace un año se estrenó ganando la CJ Cup en Corea, y en sus cinco comienzos de curso anteriores, firmó tres top 10 con un promedio de golpes de 69,2. Casi nada. A ello se suma el potencial que empezó a mostrar esta pasada campaña en los torneos regulares, con el mayor número de top 10 de su carrera (nueve) y más victorias (tres) que cortes fallados (uno). Así que en Las Vegas, la ciudad de las luces y el juego, muchos dólares confiarán en su potencial.
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Será también para Brooks una bonita oportunidad de jugar con su hermano Chase, incluido en la lista de participantes. O de poner a prueba a Ryan Palmer, el jugador más en forma en Las Vegas desde el 2010. El texano, que fue séptimo en la edición del pasado año, promedia 5.33 birdies o eagles por ronda en el campo, empatado con Aaron Rise.
Aunque su principal escollo podría ser Bryson DeChambeau, que defiende título tras su victoria en el desierto del pasado año con un golpe de ventaja de Patrick Cantlay. El otro nombre mediático del torneo, Phil Mickelson, no parece atravesar su mejor momento de juego. Habrá que ver si su nueva y estilizada figura le ha permitido encontrar por fin una versión ganadora. Será su regreso a un torneo que no pisa desde hace 14 años y en el que, cuando debutó en 1992, faltaban aún tres años para que naciera Cameron Champ, ganador el pasado domingo del Safeway Open.
