Tommy Fleetwood disputa desde este jueves en el espectacular Bay Hill Club & Lodge de Orlando, en Florida, una nueva edición del Arnold Palmer Invitational. Un torneo muy relevante en el tramo final del calendario invernal del PGA Tour, en el que se dan cita muchos de los mejores jugadores del mundo. Y para él, el regreso al lugar en el que comenzó hace dos años una lenta y preocupante mala racha que parece no tener fin.
El golfista inglés, que había llegado a situarse en el noveno puesto del ranking mundial de golf en 2018, alcanzó la segunda mejor posición de su carrera a principios de 2020. Eran tiempos felices para Tommy, cuyo golf, tras su exhibición en la Ryder Cup de París, había ido creciendo poco a poco hasta situarle entre los favoritos a la victoria en cualquier torneo que disputaba. Pero la llegada de la pandemia frenó en seco su progresión.
Aquel Arnold Palmer de hace dos años fue el último torneo del PGA Tour que se completó antes de que la gira decidiera echar el cierre por la catastrófica situación sanitaria de todo el mundo con la llegada del covid-19. Ya durante esa semana, en Bay Hill, el tema de debate era el coronavirus. Aunque no fue hasta el siguiente evento, el THE PLAYERS, cuando la organización decidió parar en seco y mandar a todo el mundo a casa.
En Bay Hill, Fleetwood falló su primer corte en casi dos años. Un presagio de lo que llegaría después. Y aunque salió del Arnold Palmer Invitational conservando su 10º puesto en la clasificación del ranking mundial, no tardó en llegar el derrumbe… En el primer evento después de la interrupción por el covid-19, el 3M Open, el inglés falló el corte, saliendo del top 10 mundial. Y a partir de ahí, su retroceso ha sido constante y por el momento parece no tener fin.
Un par de buenos resultados en el DP World Tour (un tercer puesto empatado en el Portugal Masters y un segundo en el Scottish Open) antes de terminar el año parecieron frenar la sangría. Incluso su 19º puesto empatado en el Masters y el 10º empatado en la final del circuito europeo le lograron mantener entre los 20 mejores del mundo. Pero fue un espejismo porque la irregularidad se apoderó de su juego, impidiéndole aguantar entre los mejores del ranking.
Cerró 2020 en el 17º puesto de la clasificación del OWGR. Y con seis top 10 en 26 torneos en 2021, su descenso fue paulativo hasta situarse en la 40ª posición del ranking mundial al finalizar el pasado año. Y en este comienzo de 2022, la falta de consistencia en su juego ha continuado alternando un buen octavo puesto empatado en el Saudi International con un corte fallado en el Honda Classic, un 12º puesto empatado en el Dubai Desert Classic y un discreto 48º puesto empatado en el Abu Dhabi HSBC Championship.
Así, Fleetwood regresa a la casilla de salida, al torneo en el que comenzó su cuesta abajo sin frenos, como 50º mejor jugador del mundo, perdiendo 40 posiciones respecto al Tommy pre-pandemia, demostrando que lo ocurrido en estos dos últimos años ha afectado seriamente a varios jugadores (como su compañero en la Ryder, Francesco Molinari), incapaces de encontrar el nivel de juego y la regularidad que venían ofreciendo antes de que un problema sanitario mundial cambiara por completo la vida de la gente.
Desde febrero de 2017, hace más de un lustro, Tommy Fleetwood no está fuera del top 50 mundial, una posición que abre la puerta de algunos eventos relevantes. Desde este jueves, en Bay Hill, intentará no salid de esta zona de privilegio y a la vez poner fin a su mala racha para comenzar la escalada y volver a ser el jugador que asombró en la Ryder Cup de París, y que ganó cinco torneos en el DP World Tour… Todos ellos antes de la dichosa pandemia.
