McIlroy prendió la mecha y Phil disparó el cohete en la tercera ronda del Wells Fargo
Actuación fabulosa, coral, de dos de los jugadores más espectaculares del golf actual. Imprevisibles. Capaces de hacer un día 75 golpes y responder 24 horas después con una de esas rondas que quitan el hipo. Mickelson y McIlroy se han puesto de acuerdo para poner patas arriba al mítico Quail Hollow.
McIlroy (-6) encendió la mecha. Venía de muy lejos, perdido en el fondo de la clasificación. Salió pronto, con los primeros rayos de sol alumbrando la tercera jornada del Wells Fargo y se hizo un espléndido 65. Subió como la nata montada y se metió en un top ten que no pudo aguantar al final de la jornada, pero que al menos le ha dado alguna posibilidad, aunque sea remota, de victoria el domingo.
Rory estaba firmando su tarjeta cuando en el campo se estaba produciendo una estampida. Era Mickelson (-11), el tío Phil, haciendo magia, enlazando una portentosa secuencia de cinco birdies y un eagle entre los hoyos 3 y 8 para firmar 29 golpes mediada la ronda. Dos birdies más en los segundos nueve le sirvieron para rubricar un fabuloso 63 y dejar su nombre bien colocado en todo lo alto de la pizarra de líderes para cuando los últimos partidos del sábado estaban saliendo. Finalmente, saldrá este domingo a dos golpes de J.B. Holmes (-13) y a uno de Martin Flores (-12).
Veremos si Holmes y Flores pueden aguantar el liderato el último día. Desde luego, si se produce otra embestida de Mickelson será imposible. Phil y Rory, dos genios calentando motores para el The Players Championship de la próxima semana. Fuegos artificiales en Quail Hollow.
