Gonzalo Fernández Castaño afrontará desde este jueves la segunda parada de las Finales del Web.com Tour, una repesca a cuatro pruebas que une a jugadores del PGA Tour y del Web.com Tour con el objetivo de conseguir una de las 25 tarjetas del circuito americano en juego.
El torneo es el Albertsons Boise Open, en el recorrido Hillcrest Country Club de Idaho, al oeste de Estados Unidos. Cada semana es una nueva historia, pero si nos atenemos a los resultados de los últimos cinco años se trata de un campo en el que hay que volar muy bajo para estar arriba. Exactamente lo que hizo Gonzalo en su primera y única visita el año pasado.
Muchas cosas buenas le pasaron al madrileño hace un año en este torneo. Fue la última vez que firmó cuatro vueltas por debajo de 70 golpes, también fue la última vez que hizo top ten en un torneo (noveno) y con aquel resultado dejaba prácticamente hecho el cometido de regresar al PGA Tour. Los recuerdos no pueden ser más estimulantes. Y los recuerdos no son definitivos ni meten putts, pero ayudan.
Gonzalo llega a Idaho tras rubricar un buen comienzo de estas Finales en el Nationwide Children. Su resultado allí le permite estar entre los 25 primeros de esta mini orden de mérito, el objetivo principal y casi único de esta repesca. Ahora, el principal cometido será no salirse y mejorar su situación.
La preparación del torneo ha sido muy atípica. Gonzalo ha estado más preocupado en los últimos días de escapar del huracán Irma y poner a salvo a su familia que de entrenar para el torneo. En cualquier caso, todo está en orden en casa y seguro que el madrileño está deseando empezar a jugar para volver a la que en este caso sólo puede ser una bendita rutina.
El Hillcrest Country Club, como decimos, es un recorrido donde hay que hacer pocas para ganar. En los últimos cinco años se ha ganado con una media de -25 y el récord del campo está en poder del escocés Russell Knox con 59 golpes. Toca hacer birdies como si no hubiera un mañana.
