Gonzalo Fernández Castaño tuvo que lidiar con las peores condiciones de juego en la segunda ronda del Travelers Championship y aún así estuvo a punto de pasar el corte.
El jugador madrileño salió ayer al campo en el turno de tarde, justo cuando más empezó a apretar el viento. Consiguió salvar una buena ronda de par, pero no fue suficiente para seguir en el torneo que se celebra en el TPC River Highlands de Connecticut. Probablemente, el corte se lo dejó el jueves, un día perfecto que no fue capaz de exprimir.
Finalmente, se quedó a solo un golpe del fin de semana. El cansancio que arrastra del US Open, un torneo que supone un desgaste físico y psíquico brutal, también tiene mucho que ver. Sea como fuere, cerró el torneo con una vuelta sólida con 16 pares, un birdie y un bogey. A poco que hubiera tenido un poco más de acierto con el putter seguiría en el torneo.
El líder es Bubba Watson, un jugador que asegura que se siente en este recorrido de Connecticut, igual o más a gusto que en Augusta. “Me encanta este campo. Veo muy bien los tiros desde los tees. Parece que está hecho para mí”, asegura. No en vano, aquí ganó en 2010 su primer torneo en el PGA Tour y el año pasado acabó segundo.
El bombardero zurdo se encuentra con un acumulado de -10, con dos golpes de ventaja sobre Patrick Reed y Padraig Harrington, que sigue exprimiendo ese belly putter anclado al cuerpo tan denostado por él mismo. Justin Rose (-5), ganador del US Open, aún no ha dicho su última palabra, aunque reconoce que la semana se le está haciendo larga y muy dura.
