El John Deere Classic que comenzó ayer en Silvis (Illinois) se inició con una serie de sospechosos habituales encaramados al top 10. Paul Goydos, que el año pasado reventó el TPC Deere Run con una tarjeta de 59 golpes; y Steve Stricker, campeón de las dos últimas ediciones, se encuentran séptimos con -5…
Goydos explicaba la diferencia entre este campo y el del año pasado, cuando la lluvia dejó los greenes a merced de los jugadores: “Se hace más corto, pero es más difícil. Es difícil poner la bola en su sitio en algunos hoyos. El año pasado era como tirar dardos. La bola se paraba donde caía. Hoy hay que botarla un poco. Y es más difícil”.
El líder tras la primera ronda es Kris Blanks (-8), que finalizó su ronda con cinco birdies consecutivos para colocarse primero en solitario. Davis Love III, Steve Marino y el canadiense Matt McQuillan son segundos con -7.
Love III, que capitaneará las tropas norteamericanas en la Ryder Cup que se celebrará en el Medinah Country Club de Illinois, no muy lejos de donde se juega este John Deere Classic, todavía no ha dicho su última palabra a nivel competitivo.
Sin embargo, sí sorprende ver al novato McQuillan tan arriba tras la primera ronda. McQuillan no ha pasado el corte en los últimos diez torneos que ha disputado. Tan desencantado llegó a estar McQuillan con su juego en 2005 que lo dejó y se puso a servir copas en su Kingston natal, en Ontario (Canadá). El año pasado, en lo que definió como un ‘salto al vacío’, consiguió la tarjeta para este año en el PGA Tour.
Mark Wilson (-6), doble ganador este año; y Charles Howell III (-5), tercero la semana pasada en el AT&T Classic, también se han metido en el top 10.
