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Guerra en Shaughnessy

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Olazábal no pasó el corte con dos bogeys en el tramo final de su vuelta

El Open de Canadá que hoy entra en la jornada de movimiento se ha convertido en un campo de batalla en el que los caídos se cuentan por docenas. La organización del evento decidió lanzar un auténtico desafío al circuito y preparó el Shaughnessy para el castigo…

Ya sólo quedan 18 jugadores bajo par, liderados por Chad Campbell y Michael Thompson (-4), que firmaron tarjetas de 67 y 66 golpes respectivamente. Paul Goydos y Lee Janzen son terceros con (-3), seguidos de siete jugadores con -2, entre los que se encuentran Charl Schwartzel, Geoff Ogilvy y Ricky Fowler.

La jornada de ayer se cobró numerosas víctimas, como Anthony Kim (+10, finalmente descalificado por firmar una tarjeta inferior a los 81 golpes que se hizo) o el favorito de los canadienses, Mike Weir, que se retiró con el codo lesionado y quejas veladas hacia el rough del Shaughnessy: “Estoy muy decepcionado. Este es nuestro campeonato nacional. Quería jugar bien y tener un gran apoyo del público. Pero no quiero volver a lesionarme. Con un rough tan profundo no puedo darle”.

La política del PGA Tour es que el rough, en el peor de los casos, esté entre las tres y las cuatro pulgadas, como está el de Vancouver, pero nada dice de su espesura. El del Shaughnessy es tan tupido que fallar la calle supone perder un golpe casi automáticamente.

Este Open de Canadá es una prueba para la capacidad de adaptación de los participantes, si bien muchos continúan con su política de arriesgar desde el tee (como hizo Kim durante toda su ronda), en lugar de amarrar la calle con menos palo y jugar hierros más largos a unos greenes que tampoco son una pera en dulce (como hizo Lucas Glover en más de una ocasión).

José María Olazábal (+6) concluyó su participación en Vancouver con una tarjeta de 72 golpes, que le impidió pasar un corte situado finalmente en +4. Olazábal se encontraba dentro del corte a falta de cuatro hoyos, pero dos bogeys consecutivos en el 6 y el 7 le dejaron fuera del torneo.

Con sólo ocho golpes de diferencia entre el primer clasificado y el último, la jornada de movimiento de hoy está para el que coja más calles.