Jon Rahm valoró positivamente su primera ronda en el Waste Management Phoenix Open de Arizona. Más que por su juego, que no terminó de ser lo que espera, por su capacidad para salir airoso y completar la primera ronda co una tarjeta de 68 golpes, tres bajo par, que pudo ser incluso mejor de haber embocado el último putt del día, al que le faltaron milímetros.
«¿Sabes? El bogey del 18 me hace tener peores sensaciones de lo que realmente ha sido la ronda Para ser honestos, hasta el 17 estaba con cuatro bajo par y libre de bogeys sin haber jugado mi mejor golf. Tuve mucho trabajo desde el principio. Emboqué un putt largo en el primer hoyo, pero de la primera mitad del campo salí con un parcial de dos bajo par que realmente pudo haber sido peor. En los nueve últimos jugué al mejor, tal vez pude hacer eagle en el 13, pero bueno, grandes altibajos luego en el 16, dos putts en el 18… Lástima lo del 18. El primer putt fue lento y el segundo simplemente no quiso entrar. En resumen, aunque estuve lejos de mi mejor juego, la ronda fue bastante buena», explicó Jon.
El de Barrika, además, se refirió a la presencia de 5.000 aficionados siguiendo los partidos: «Fue divertido. Ha sido genial poder sentir de nuevo a la gente y escuchar sus comentarios cuando tiras a green. Hace tiempo que no lo sentíamos y a veces no sabes si has dejado la bola a 10 metros o a uno. Es bueno tener esa retroalimentación, escuchar a la gente animándote. En el 16 no se notaron mucho los gritos comparado con lo que suele ser. Se extrañó a la multitud. Pero bueno, aunque sólo hubo una mínima parte de la gente que suele haber aquí, parecieron muchos después de tanto tiempo sin nadie».
