Kyle Stanley se clasifica para el Open Británico
Steve Stricker (-22) se proclamó campeón del John Deere Classic por tercera vez consecutiva en un final heroico en el que el novato Kyle Stanley (-21) tenía el torneo en el bolsillo y lo dejó escapar. Stricker consigue así su segundo título este año (Memorial Tournament) y se proclama dueño y señor del TPC Deere Run…
Stanley buscaba su primera victoria en el circuito americano, pero una cruel corbata en el 18 le privó de lo que finalmente habría sido un playoff.
Stricker tuvo un día de altibajos y saldó sus nueve primeros hoyos con tres birdies y un doble bogey en el hoyo 5 que le puso a la defensiva. Kyle por su parte había encadenado cinco birdies en los seis primeros hoyos de su segundo tramo. Tras sendos bogeys de Stricker en el 15 y el 16, Kyle tomaba la delantera por dos golpes: parecía que el reinado de Stricker en el John Deere llegaba a su fin.
"Realmente pensé que se me había acabado la fuerza”, recordaba Stricker. “Esos hoyos me descentraron".
Pero la mencionada corbata y un heroico 18 de Stricker dieron un vuelco al torneo. Stricker consiguió un magnífico birdie en el 17 e hizo una mala salida del 18, que acabó en un complicado bunker de calle. Desde allí pudo observar como Kyle fallaba su putt en el green: le valía el par para forzar el desempate.
Stricker no se conformó y con un hierro 6 dio un golpe colosal que se pasó de green por poco. Desde el collarín, Stricker embocó un putt para la historia del torneo. Pocas veces se ha visto al veterano Stricker celebrarlo con tanto entusiasmo. No era para menos. Su tiro desde el búnker peleará por ser uno de los mejores del año. Con los pies fuera de la trampa, la bola cuesta abajo, teniendo que sobrevolar el agua… Impresionante.
Stanley se quedó sin su codiciado primer triunfo en el circuito, pero se ganó el pasaje al Royal St. George como jugador todavía no clasificado para el Open Championship con mejor clasificación en el John Deere.
