Inicio Grandes Circuitos PGA Tour Hideki Matsuyama, profeta en su tierra: gana el ZOZO Championship de Japón
El japonés logra su octavo triunfo en el PGA Tour, incluido el torneo de Tiger

Hideki Matsuyama, profeta en su tierra: gana el ZOZO Championship de Japón

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Hideki Matsuyama © PGA Tour
Hideki Matsuyama © PGA Tour

El japonés Hideki Matsuyama (-15), dos años después de quedarse con la miel en los labios en el torneo que significó la victoria nº 82 de Tiger Woods en el PGA Tour, ha logrado sacarse la espina ganando el ZOZO Championship, único torneo de la gira estadounidense que se disputa en su país. Una victoria de prestigio, octava de su carrera en el circuito, que además de un cuantioso cheque de 1.791.000 dólares le permite escalar hasta el tercer puesto de la FedEx Cup.

A lo largo de su trayectoria profesional, el mejor jugador nipón de la historia, vigente ganador del Masters de Augusta, había arrancado en cinco ocasiones como líder la última ronda de un torneo del PGA Tour: sólo había ganado dos, precisamente las dos únicas en que mandaba en la clasificación en solitario, perdiendo las tres en que compartía el primer puesto. Hoy ha hecho buena la estadística y, comenzando el domingo al frente de la clasificación con un golpe de margen, se ha impuesto al final… aunque con más apuros de lo que refleja al resultado, tras su tarjeta final de 65 golpes.

Porque Hideki no fue capaz de sacarle partido a los primeros nueve hoyos del Accordia Golf Narashino Country Club de Chiba, los más sencillos del bonito campo situado a una hora por carretera de Tokio que acogía el torneo. Con cinco pares en los cinco primeros hoyos no tardó en enfrentarse a su primera situación límite, cuando Brendan Steele (-10), con cuatro birdies en las siete primeras banderas del día (jugaba el penúltimo partido, un hoyo por delante), y Cameron Tringale (-10), que le hizo birdie precisamente a ese sexto hoyo, alcanzaron el 10 bajo par que lucía el marcador del líder. Aunque su respuesta fue inmejorable…

El japonés embocó un tremendo putt desde más de 10 metros para eagle, logrando escapar de la presión de sus perseguidores y poner dos golpes de por medio. Pero, como ayer en el 18, Matsuyama parecía empeñado en darle emoción al torneo. Y en el hoyo 8, después de una buena salida la calle y un approach algo corto, fue demasiado agresivo con el putter, se dejó un segundo putt comprometido de metro y medio y terminó cometiendo su primer bogey del domingo.

Este error, unido al gran birdie de Tringale en el 9, situó al estadounidense como colíder, con 11 bajo par, y la segunda mitad del campo por jugarse. Y un birdie más de Cameron en el 10, después de un fantástico approach, volteó por completo la clasificación situando al japonés en una situación límite: siete hoyos por delante, con la presión extra de jugar ante su público, con la necesidad de remontar un torneo que había podido dejar prácticamente sentenciado mucho antes.

Por el camino, por a poco, fueron quedándose el resto de candidatos a la victoria. El colombiano Sebastián Muñoz (-6), jugando el partido estelar del domingo, el primero, después de firmar un solo birdie en los siete primeros hoyos del día y cometer un doloroso doble bogey en el 8 que le descabalgaba. Reaccionó con tres birdies seguidos del 10 al 12, pero ya no le dio tiempo a reengancharse a la pelea. Como Steele, que no pudo continuar en los segundos nueve su gran inicio de ronda.

Pero volvamos a la delicada situación de Hideki tras el birdie de Tringale en el 10. Después de dos días al mando en el torneo de su país, se veía por primera vez por debajo en la clasificación y en el peor momento posible. Pero lejos de acusar la presión, sacó todo su arsenal para remontar a lo campeón: increíble putt de birdie desde más de 12 metros en el 11 para volver a ponerse colíder, birdie al par tres del 13 tras un gran golpe desde el tee y birdie al 15 después de una sensacional recuperación desde el rough y embocando un putt de cuatro metros.

En estos cinco hoyos, Cameron Tringale, el tercer jugador en activo con más torneos disputados en el PGA Tour sin una sola victoria (313 hasta hoy), sólo por detrás de Ricky Barnes (323) y Brendon de Jonge (315), demostró por qué lleva tantos años ‘esquivando’ los títulos. Un par de malos approachs, dos errores desde el tee mandando su bola a zonas complicadas de rough y un penúltimo e inesperado error con el putter en el 17, que le impidió aprovechar el último bogey del día de Hideki para llegar al 18 con opciones reales, le dejaron una vez más con las ganas.

El japonés, con la lección aprendida tras lo vivido ayer en el 18, donde perdió dos golpes respecto a su rival por culpa de un mal drive y una elección errónea de estrategia, apostó por jugar una madera desde el tee para tener más precisión en busca de la calle. La encontró y, con otra gran madera en su segundo golpe, rozó el mástil de la bandera para dejarse una clara opción de eagle que terminó embocando. Un gran putt final con el que remató a lo grande el sueño de ser profeta en su tierra y, tras la decepción del ZOZO de 2019 ante Tiger o los Juegos de Tokio, en los que peleó por el bronce hasta el playoff, ganar por fin un torneo de prestigio en Japón.

Mientras, su rival, abatido, volvió a fallar, esta vez con una madera desde el rough, mandando la bola tras un mal rebote casi a la calle de al lado. Peleó de lo lindo por salvar un par que se le había puesto muy cuesta arriba, y que le habría permitido conservar el segundo puesto en solitario por un golpe, con lo que supone tanto en el premio en metálico del torneo como en los puntos FedEx y del ranking mundial, pero no lo logró. Algo que había sido un mal menor después de haber tenido en su mano la oportunidad de doblegar a Matsuyama en su propia casa.

Con el triunfo de Hideki, el palmarés del torneo sigue escribiéndose con nombres de máximo nivel. Tiger se llevó el triunfo en 2019, igualando el récord de victorias de Sam Snead en el PGA Tour con 82 triunfos; Patrick Cantlay, que a la postre se convirtió en ganador de la FedEx Cup 2020-21, se impuso el pasado año; y el japonés Matsuyama, vigente portador de la famosa Chaqueta Verde del Augusta National, lo logra hoy, rodeado de una afición entregada a su gran ídolo.

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