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Intentos que no cuajan y paradojas

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Buenos intentos. La pena es que al final sólo quedaron en eso las vueltas de Miguel Ángel Jiménez (-4 tras entregar un 70) y Sergio García (-1 tras entregar un 68) en el Bridgestone Invitational WGC. Magníficos comienzos tocando a rebato con decisión, pero con malos finales de recorrido que emborronaron sus tarjetas…

Jiménez aún se ha dejado abierta la puerta, a cuatro golpes de los líderes: Phil Mickelson, Vijay Singh y Lee Westwood (los tres con -8). Y el caso es que el malagueño comenzó deslumbrando. Jugando con la precisión y elegancia de un reloj suizo. Y hasta embocando desde fuera si era necesario para birdie, como hiciera en el hoyo 9 en lo que sin duda fue el golpe del día.

El hoyo 15 marcó el final de su jornada llamando al infortunio. Ejemplos como este se dan a diario y son la pimienta del golf: el español tiró a embocar con decisión un chip de cinco metros y la bola lamió el hoyo… Pero falló el putt de vuelta de un metro, otra vez lamiendo el hoyo. En el 17, de nuevo un putt para par a metro y medio que juguetea con el contorno de la cazoleta…

 

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Mickelson, fuera de calle, en imagen de archivo

 

No mentimos si decimos que el juego del malagueño mereció más, pero ya ven en que margen de error se mueven los resultados. A Sergio le pasó algo parecido: un comienzo potente y el globo que se desinfla a medida que se acerca el final de la vuelta. Sus opciones de triunfo son casi nulas, a siete golpes de los líderes y con mucha gente por delante, pero hay objetivos importantes por los que luchar, además de mantener viva la llama de cara al último 'major' de la temporada que se disputa la proxíma semana. García no encuentra últimamente el modo de cerrar vueltas redondas. Acecha, pero no remata. Hoy ha pateado con solvencia y hasta brillantez, pero sigue sin alcanzar sus habituales porcentajes de calles cogidas… Lo dicho, no termina de poner el broche.

Paradojas: En un campo largo y poderoso como es este Firestone cualquiera hubiera apostado por el descalabro de Phil Mickelson viéndole pegar a la bola desde el tee en los trece primeros hoyos.

Pero Phil es hombre de recursos y, no lo olvidemos tampoco, contó con un azar muy favorable, porque si pierdes calle ya no hay modo de controlar dónde demonios va a pararse la bolita y en qué situación. Su repertorio de recuperaciones es portentoso, de acuerdo (vaya maderita baja entre árboles la del hoyo 13…), pero además debes contar con la fortuna para no quedarte con un árbol delante, o en un rough más profundo de la cuenta, o sin el ángulo preciso para salir del lío, o sencillamente al borde de un ataque de nervios…

Otra vez las paradojas de este deporte: Lee Westwood le está pegando a la bola mejor que nadie. Al menos este sábado. Sin discusión: cogiendo calles, disparando unos drives fulmimantes, rectos y larguísimos… Pero su tarjeta sólo fue un golpe mejor que la de Mickelson. El norteamericano enfocó la puntería en la recta final y se hartó de hacer birdies. Los errores del inglés acababan en bogey (sólo dos); y los del número dos del mundo a veces finalizaban en birdie (como en el hoyo 8, donde, qué raro, había perdido la calle…)

Más paradojas: Vijay Singh es un claro aspirante a la victoria después de un día en el que la madera jugó a su favor. Y no hablamos precisamente de las maderas de su bolsa, que también: hasta en tres ocasiones pusieron en juego su bola los árboles de las calles. Rebotaba en un tronco y al fairway… En fin, en realidad hizo mucho más, como ese chip prodigioso del hoyo 3. Pero ahí queda el dato: unas lamen la cazoleta; otras pegan toscamente en un tronco y te dejan un tiro franco, aunque sea largo, a green. Hoy por ti, mañana por mi.

Última paradoja: Tiger no está, pero en este WGC quienes apuran más y mejor sus opciones en su ausencia son mayoritariamente jugadores de cierta (o mucha) veteranía, que le comen terreno a la 'juventud' para llenar el vacío de poder. Echen un vistazo a los primeros clasificados: Mickelson, Singh, Westwood, Appleby, Clarke, Di Marco, Jiménez… Alguna excepción hay (Trahan o el mismo Immelman, algo lejos con su -3, pero con opciones), pero son eso, excepciones.