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Arnold Palmer | El australiano gana en Bay Hill y se pega a Jordan Spieth en el ranking mundial

Jason Day provoca un temblor de tierra

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Jason Day (-17) ha conquistado el Arnold Palmer Invitational tras una dura y complicada batalla final. No ha sido un camino de rosas para el golfista australiano, más bien al contrario. Salía al hoyo 17 de Bay Hill, que no es una perita en dulce, a un golpe del líder, Kevin Chappell. Por delante, un difícil par 3 y el icónico y siempre traicionero hoyo 18 del recorrido de Orlando. Palabras mayores.

Ha sido precisamente en ese instante cuando los pasos de Jason Day han empezado a sonar con más fuerza. Es un jugador al que le va la marcha. Cuanto más aprieta la soga al cuello, más en su salsa se siente. Si usted necesita algo especial, diferente, algo sólo al alcance de los muy elegidos, tenga a mano el teléfono de este guerrero maorí. El suelo de Bay Hill empezó a temblar. El suelo de Bay Hill y del golf mundial. Jason Day vuelve a estar aquí. El guerrero sólo se había tomado una siesta, muy moderada, por cierto.

Day hizo birdie en el hoyo 17. Pegó un tirazo, hablamos de más de 220 yardas, y embocó un putt excelente de poco más de cuatro metros. Brutal. Su birdie fue como un uppercut virtual al mentón de Chappell, que prácticamente al mismo tiempo cometía bogey en el hoyo 18 ante la mirada de un jugador que sabe muy bien lo que cuesta cerrar un torneo y que lo supo hacer decenas y decenas de veces. Hablamos, obviamente de Arnold Palmer. Pincha aquí para ver los resultados completos.

Day salió al 18 sabiendo que el par le valía, algo que en este hoyo no es ninguna garantía. Se protegió del agua, pegando un segundo tiro largo, buscando la protección del bunker. Y allí acabó. El trabajo no estaba hecho. Quedaba el golpe más tenso de la semana. Era una sacada larga, de unos 25 metros, con mucha caída de izquierda a derecha… Un golpe de coco y huevo. Lo bordó. Le dio una altura a la sacada de bunker sensacional y botó donde debía botar. Ahora sí, el trabajo estaba medio hecho. Se dejó un putt de par de poco más de un metro, sacó la escuadra y el cartabón y la metió. No había más que hablar.

 

 

El suelo del ranking mundial vuelve a temblar al paso de este extraordinario jugador. Se coloca a tres décimas de Jordan Spieth y justo antes de jugar el WGC Dell Macth Play, su especialidad, el uno contra uno, el torneo en el que sólo puede quedar uno.

Es su quinta victoria en los últimos siete meses. Desde el US Open del año pasado, es decir, junio de 2015, Day ha jugado trece torneos, ha ganado cinco, ha hecho ocho top ten y, mucho ojo, sólo dos veces ha terminado por debajo del puesto duodécimo: WGC Cadillac Championship (23º) y Farmers Insurance Open (falló el corte). Estos dos resultados fueron cosechados en sus tres últimos torneos, de ahí las dudas. Qué dudas, sonríe Day ahora. Por cierto, Tiger Woods volvió a mandarle un mensaje antes de la ronda final dándole la enhorabuena por lo que estaba haciendo y deseándole suerte.

La última ronda del Arnold Palmer Invitational nos deja también el vueltón de Rory McIlroy. El norirlandés, que jugó con Bryson DeChambeau, firmó 65 golpes y ganó casi 40 puestos, top 30. Tremenda reacción. Una de cal y una de arena. «Tengo que cometer menos errores», reconoció tras el torneo. Por cierto, no pierdan de vista a DeChambeau. El amateur norteamericano no le fue a la zaga con una tarjeta de 66.