Jon Rahm (-2) ha comenzado con buena letra el The Northern Trust Open. Vuelta de 68 golpes en el recorrido Glen Oaks Club de Nueva York para situarse a un paso del top ten. Y lo cierto es que pudo ser mucho mejor. Su juego de tee a green así lo mereció, pero le faltó algo de instinto asesino con el putt.
En cualquier caso, hay que darle mucho valor a este arranque de Rahm. Al fin y al cabo, era la primera vuelta de su carrera en un Playoff de la FedEx Cup, y jugaba con Dustin Johnson, Número 1 del mundo, y Rickie Fowler. Flotaba presión en el ambiente, pero Jon tuvo la virtud de mantener siempre firme las riendas. Hubo momentos en que pareció que podía perder la paciencia, pero no fue así. Demostró estar bajo control en todo momento, y eso que no fue fácil.
Rahm llevaba una sólida velocidad de crucero, con dos birdies en los primeros ocho hoyos, cuando cometió bogey en el 9, desde el centro de la calle y con un palo corto en las manos. Uno bogey de los que duelen a los profesionales. Mucho. Acto seguido dejó escapar tres clarísimas oportunidades de birdie en los hoyos 11, 12 y 13. Fue un tirazo tras otro a menos de dos metros para birdie. Y no entró ninguna de ellas.
Por si fuera poco, algún espectador graciosillo realizó un par de comentarios tras golpe de Jon que molestaron mucho al vizcaíno. El depósito de la paciencia estaba al límite. Tocaba comprobar por dónde salía. Y la reacción de Jon fue extraordinaria. Otra opción más de birdie en el 14 y ahora sí, restaba otro golpe al campo. En los últimos cuatro hoyos ya no las dejó tan cerca, pero podía haber caído algún birdie. No fue así. Meritoria ronda de 68.
Precisamente, el partido de Jon, con Dustin Johnson (-5) y Rickie Fowler (-2) fue el mejor del turno de tarde. Muy buen golf y muy buen resultado, especialmente por parte del Número 1 del mundo, que se coloca segundo a sólo un impacto de Russell Henley (-6). Ha jugado con un poderío de los que da miedo. Con el mismo que demostró a inicios de temporada, cuando parecía que nada ni nadie podría frenarlo hasta que se cayó por las escaleras antes del Masters.
También jugaron bajo par entre los gallitos del torneo, Jason Day (-1), Justin Rose (-2), Louis Oosthuizen (-2), Bubba Watson (-3), Jordan Spieth (-1) y Henrik Stenson (-1). Por cierto, Bubba Watson necesita hacerlo muy bien para meterse en el segundo Playoff.
La cruz del día fue para Rafa Cabrera Bello (+9). El canario tuvo una jornada para olvidar donde nada le salió. Su racha de cinco bogeys y un doble bogey al inicio de los segundos nueve hoyos fue devastadora. Mañana toca machada para pasar el corte. Ahora mismo está situado en +1.
