Jon Rahm disputa desde mañana en el PGA West de La Quinta, en California, su segundo torneo de 2022, el American Express, una cita a la que llega como uno de los grandes favoritos a la victoria y que ha analizado esta tarde al detalle en la rueda de prensa oficial. El de Barrika ha repasado los motivos que le han llevado a elegir este evento para comenzar la gira de la Costa Oeste y sus expectativas de cara a la inminente visita a Torrey Pines.
Su regreso al torneo
Es genial estar aquí de vuelta. No he jugado este torneo los últimos años porque no se ajustaba a mi calendario y el año pasado por una pequeña lesión de espalda. Pero estoy feliz de volver. Es un sitio al que he estado viniendo mucho tiempo, jugué aquí como universitario, en el Nicklaus Course un par de veces, y en uno de los campos de la PGA. Así que me siento cómodo y espero tener una buena semana.
El estado de su juego
«Si hubiera pensado que alguna vez en mi carrera haría 33 bajo par y no ganaría… Fue un sentimiento agridulce, no puedes evitar sentirte bien con tu juego, pero aun así terminé segundo por un golpe. Fue una semana un poco extraña, por decirlo de alguna forma, pero fue un gran comienzo de año. Cuando empiezas y tienes nuevo material, aunque en casa te funcionen, tienes que probarlos en un torneo oficial y me alegró ver que todo iba correctamente».
El año que ganó aquí hizo 62 en La Quinta el jueves
«Creo que habrá que superar el 20 bajo par para ganar. Aquella vez creo que llegué a los playoffs con ese marcador y fue porque los líderes no tuvieron su mejor día. Es cierto que hice 62 en La Quinta, pero hace algunos años Phil hizo 60, Adam Hadwin hizo 59 y se han visto otros muchos resultados muy bajos aquí. Patrick Cantlay hizo el año pasado 18 bajo par el fin de semana en el Stadium, que es el más difícil de los tres campos. Si el viento no se levanta, habrá que ir a por un buen resultado. Pero es como un semáforo para saber si puedes ser agresivo. También creo que es porque después de la resiembra los greenes están en tan buenas condiciones que permiten hacer buenos putts. Si los combinas con buenos hierros puedes hacer rondas bajas».
¿Considera este campo el Scottsdale de California?
«Bueno, a ver, es bastante similar. Muy parecido, ¿verdad? Estás un poco como en casa cuando te despiertas por la mañana y miras por la ventaja. Es como lo más parecido a estar en casa aunque estés lejos. Tal vez aquí haya una demografía mayor, pero es más o menos el Scottsdale de California, sí».
La confianza en su swing poco ortodoxo
«Mi entrenador de swing en España, Eduardo, me dijo que nunca lo cambiara. Es como una marca registrada. Él fue quien hizo que mi swing fuera corto porque, aunque no se lo crean, antes yo tenía un agarre muy fuerte y mucho overswing, tratando de golpear enormes ‘ganchos’. Fue él quien me llevó al otro lado y me dijo: intenta pegarle a la calle y luego ya veremos. Y después me dijo que nunca lo cambiara porque es parte de mi juego, me sale natural. Luego aprendí mucho más al respecto cuando llegué por primera vez al TPI el primer año de universidad. Ahí me dijeron que no cambiara la posición de la muñeca porque era parte de mi juego. Aprendí a entender por qué hago el swing de la forma en que lo hago y por qué mi cuerpo se mueve de cierta manera, así aprendí a tener confianza. Para ser honesto, no era un gran pegador el último año de universidad. Como siempre he dicho, era un competidor y salía a por todas estuviera pegándole bien o mal a la bola, siempre intentaba hacer el mejor resultado. Así es el golf, intenta hacer la puntuación más baja y no importa cómo. Fue en ese último año cuando las cosas empezaron a encajar y aprendí ciertas cosas sobre mi swing que tenía que saber, cosas sobre mi juego, y fue cuando empecé a convertirme en un buen pegador. Pero la confianza siempre ha estado ahí y siempre he creído en mí mismo».
Sus citas sobre la serie Ted Lasso
«Las veces que terminé segundo tal vez lo dije para intentar ser gracioso, pero es verdad, a veces olvidar ciertas cosas es bueno. Pero más que olvidar lo que quise decir es que lo importante es superarlo, superarte a ti mismo, así de simple. Jugaste mal, hiciste lo que hiciste y se acabó, hay que pasar página. Todo lo que puedes hacer es aprender. Aprender de lo que pasó, analizar las cosas y seguir adelante. No quieres olvidarlo todo porque si no puedes repetir los mismos errores una y otra vez. Hay que superarlo rápido porque en el golf siempre hay otra semana detrás esperándote».
¿Se sientes así tras Hawái?
«Sí, Dios, hice 33 bajo par con una bola fuera de límites, no tengo mucho de lo que quejarme. En todo caso, mejorar ese swing y estaré listo».
¿Por qué se siente tan cómodo en Torrey Pines?
Lo he dicho muchas veces, esa costa me recuerda un poco a mi hogar, el clima es parecido al de mi infancia y es un campo de golf para los que le pegan fuerte a la bola. Es un campo largo, tienes que buscar las calles, los greenes son pequeños y no siempre tienes hierros cortos, así que si juegas bien de tee a green, tienes ventaja, y ese es uno de mis puntos fuertes. Esas son las razones por las que he podido jugar bien y con tanta confianza en Torrey Pines».
¿Ganar allí aumentó su confianza?
«Oh sí, sin duda lo hizo. El US Open es, si no el más difícil, uno de los dos o tres más difíciles que jugamos cada año. Habiendo jugado bien en las condiciones que tuvimos en enero y febrero volver a hacerlo en junio me demostró que soy un jugador versátil y puedo hacerlo en situaciones distintas. Cuando juegas un campo como Torrey Pines tienes que acostumbrarte a su firmeza y la velocidad de los greenes, con el resto estaba ya muy familiarizado porque había jugado muchas veces. Sentí como si tuviera un poco de ventaja habiendo jugado bien allí antes».
¿Qué supuso la primera victoria allí en el Farmers?
«Cuando jugué ese primer año en Torrey Pines no sabía lo difíciles que podían llegar a ser los últimos nueve hoyos y me puse en modo ataque. Fue una semana de esas en las que le pegué lo mejor que pude y hice seis bajo par en esa segunda mitad del campo. Llegué a los dos pares cinco y pensé que eso era lo normal porque ves a Tiger hacerlo de vez en cuando. No fue hasta más tarde cuando me di cuenta de que si del 12 al 16 haces pares ya lo estás haciendo bien, no necesitas todos esos birdies y esos eagles. Pero me dio mucha confianza. Siempre sueñas con ese final espectacular para ganar un torneo de golf y mi primer triunfo fue precisamente así, como un putt de 60 pies para eagle en un campo icónico. Un sueño hecho realidad. Así que influyó en mi confianza, aumentó más si cabe por cómo sucedió todo, algo inusual para un rookie».
¿Por qué eligió este torneo para empezar el West Coast Swing?
«Siempre he jugado mucho en la Costa Oeste porque siendo exalumno de Arizona veníamos mucho aquí. Para mí estos eventos son casi como estar en casa, me siento cómodo. Donde crecí había greenes de poa así que cuando los veo me inspiran confianza. Y todo lo demás es como jugar en el desierto. Por eso juego mucho en el comienzo del año, es importante para mí empezar bien. Además, no estoy muy lejos de casa, por lo que mi familia y mis amigos pueden venir a visitarme».
¿Viene aquí porque le da confianza empezar bien para tratar de ganar otro major?
«Bueno todos pusimos materiales nuevos en la bolsa a principios de año para intentar mejorar. Es clave empezar bien el año en ese sentido. Ir a campos y torneos en los que me sienta cómodo sólo ayudará. Es una de las razones, pero la principal es que vengo aquí creyendo que puedo ganar cada uno de los torneos y ese es mi objetivo. Por suerte para mí son vuelos o viajes cortos. Además, pasé mucho tiempo en California con Callaway y mi entrenador de swing, Dave Phillips, y vivo en Arizona, tiene todo el sentido».
Sus rutinas de entrenamiento y nutrición
«Sí, hay muchas cosas que prefiero no revelar y trato de guardar para mí. Pero escucho y veo muchos comentarios de personas que piensan que no es algo que me preocupe y es algo ridículo. Hago ejercicio todos los días. Sencillamente no me entreno para estar más delgado que nunca sino para ser el mejor golfista que pueda ser. Así que tengo rutinas que hago todas las mañanas, todas las noches…».
¿También mindfulness o meditación?
«Sí, por supuesto, hago mucho trabajo mental. Una cosa que hago también es escribir un diario. Me gusta escribir, es algo que me ayuda. Me enfoco en mí mismo y es una forma de estructurar mis pensamientos y mis emociones, me ayuda a navegar a través de mis ideas y cuando termino tengo la misma sensación que si estuviera meditando o practicando la atención plena. Es una gran práctica y algo que hago también todos los días».
