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Jon, de nuevo en la brecha hasta el penúltimo suspiro

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Jon Rahm. © Golffile | Ken Murray
Jon Rahm. © Golffile | Ken Murray

Después, aparece el zurdo Brian Harman (-10) y te birla la cartera con un golf de altura y un purito embocado de más de ocho metros en el 18 para ganar el Wells Fargo, su segundo triunfo en el PGA Tour, pero Jon Rahm (-8), que era testigo del suceso desde la calle, de nuevo había estado en la brecha hasta el hoyo 72, hasta el último o el penúltimo suspiro. Como en México. Como en Austin. Y discutiéndole, como entonces, el triunfo al Número 1 del mundo, Dustin Johnson (-9), que sigue siendo el que era antes de infortunado resbalón. Una y otra vez, Jon Rahm, apilando puestos entre los cinco y los diez primeros en su primer año de profesional.

El detalle no se le escapa a nadie y describe con precisión al joven de Barrika: una vez que el primer puesto se había puesto tan cuesta arriba poco le importaba ser segundo, cuarto o quinto. Era todo o nada: madera 5 a por la bandera y, acto seguido, tras volarse el green, no buscó la aproximación, sino el eagle.

Antes de hacer el bogey en el 15, seguramente la clave de su vuelta estuvo en los hoyos 6, 7 y 8, donde erraba de modo consecutivo tres putts de algo menos de tres metros (dos eran para birdie y otro para salvar el par). De hecho, él sentía al finalizar la ronda que el torneo se le había escapado en los greenes. En fin, poco importa, el caso es que siempre encuentra el modo de regresar a la primera línea del combate: vaya el aprochito que embocaba en el 10. Y vaya cómo reaccionaba al bogey del hoyo 1 con birdies en los hoyos 3 y 4. Desde el tee ha estado soberbio, pero sí da la sensación de que no ha encontrado su mejor versión con los hierros cortos, y no obstante siempre encuentra el modo de asomarse al liderato, de pelear hasta el mismo hoyo 72. Una capacidad que sólo está al alcance de los elegidos.

Rahm se ha quedado a un golpe del top-ten mundial, pero no es arriesgado apostar a favor de que entrará en este restringido club antes incluso de cumplir su primer año como profesional. ¿Cómo y de qué manera volverá a sorprendernos la semana que viene, en su primera aparición en el THE PLAYERS? No es un campo que aparentemente le venga como anillo al dedo, pues el drive no marca tanto las diferencias, pero verán ustedes cómo se las ingenia para asomarse de nuevo al balcón de los puestos punteros. Es una bendición. Pasen y vean, porque con Rahm tenemos para rato: no ha fallado un corte en toda la temporada y desde que ganó el Farmers suma ya cinco puestos dentro del top-5 en ocho apariciones.

Rafa Cabrera Bello (-3) y Gonzalo Fernández Castaño (PAR) han perdido posiciones tras firmar tarjetas de 72 y 75 golpes. Al canario le perdió un doble bogey en el hoyo 12 cuando su ronda parecía bajo control y al alza. El madrileño, por su parte, encadenaba de entrada siete pares, dejándose por el camino al menos dos buenas opciones de birdie, y después la vuelta rompía hacia el lado malo, afeando una buena semana de golf que una vez más se queda sin el ansiado remate.

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