Exultante, como no podía ser menos, Jon Rahm, acompañado por su novia, celebró por todo lo alto uno de los momentos más esperados en su corta pero meteórica carrera: el de la primera victoria como profesional. El golfista de Barrika inscribió su nombre con letras de oro en el palmarés del Farmers Insurance Open. Y lo hizo a lo grande, sellando su triunfo con un putt para eagle que pasará a la historia y que él mismo se encargó de explicar.
«Mi corazón latía tan rápido que no podía ni pensar», dijo. «Mi caddie me dio un par de consejos. Yo sólo tenía clara la velocidad a la que tenía que golpear la bola. Él me dijo que me asegurara de llegar a la ladera, y la pendiente haría el resto», añadió.
«En cuanto conseguí un buen apoyo, apunté y golpeé la bola. Y cuando entró, sinceramente, no sé lo que pasó. Vi lo que hice en las repeticiones de la televisión, pero no puedo todavía creerme que haya entrado. Es uno de esos putts que uno piensa, ¿qué pasa si entra? ¿Y si sirve para ganar el torneo? Nunca imaginé hacer un eagle a 18 metros en el último hoyo de Torrey Pines, que entrara es increíble. Estoy abrumado, pero muy contento», concluyó el español.
