Jon Rahm vuelve a Torrey Pines. El espectacular complejo de La Jolla, en California, fue escenario hace cuatro años de la primera victoria del golfista de Barrika en el PGA Tour. Un triunfo coronado por un inolvidable putt para eagle en el hoyo 18 del Campo Sur, desde 21 metros de distancia, que forma ya parte de los libros de historia del Farmers Insurance Open.
Aquella carta de presentación del campeón español en el torneo de San Diego fue sólo el comienzo de una carrera en la que, rápidamente, dejó claro que había llegado a la gira más importante del mundo para quedarse. Y no sólo eso, sino para convertirse en tiempo récord en una de sus grandes estrellas y candidato claro a llegar a lo más alto del ranking mundial.
Ganó el CareerBuilder Challenge un año después. Se impuso en el Hero World Challenge, invitado por Tiger Woods. Logró el Zurich Classic por parejas en 2019. Y el pasado año, después de la interrupción provocada por la pandemia, levantó los trofeos del Memorial Tournament y el BMW Championship. Todo ello, regado con otras seis victorias en el European Tour y la Ryder Cup de París en 2018. Casi nada.
Esta semana, en la 69ª temporada consecutiva con un evento del PGA Tour en San Diego y 54ª seguida en los espectaculares recorridos de Torrey Pines, Jon Rahm parte como principal favorito al triunfo. El actual número 2 del OWGR, ausente por precaución la semana pasada en el American Express de La Quinta, está de vuelta con el mismo objetivo de todos y cada uno de los torneos en los que participa: ganar.
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Y si hay un escenario que se le da bien al español es sin duda el famoso club de La Jolla, con rotación de Campos Norte y Sur en las dos primeras rondas, y dos más en el Campo Sur para los que superen el corte. Desde que Arnold Palmer lograra la victoria en 1957 en el torneo, cuando se conocía como San Diego Open Invitational, ningún jugador había logrado el primer triunfo de su carrera en el PGA Tour en el Farmers Insurance Open hasta Jon Rahm. Desde entonces, sus apariciones en Torrey Pines son estelares.
Desde 2017 es el jugador con un mejor resultado acumulado en el torneo, 43 golpes bajo par; su promedio de golpes es de 69,3 por ronda, el mejor entre todos los jugadores que han jugado al menos 12 rondas en la última década en Torrey Pines; con 1,15 golpes ganados desde el tee, es el mejor jugador en esta estadística en las cuatro últimas ediciones del evento; suma 73 eagles o birdies, el segundo que más en este lapso de tiempo (sólo superado por los 75 de Tony Finau); y con un 70,5% de greenes en regulación, es el quinto en este apartado.
Su condición de principal favorito al triunfo le permite estar en uno de los grupos destacados por la organización, compartiendo las dos primeras rondas del torneo con Jason Day y Marc Leishman (ganadores en 2018 y 2020, respectivamente), otros de los candidatos a la victoria. Aunque lograrlo no será sencillo. Basta con echar un vistazo al ‘field’ de 156 jugadores en el que aparecen nombres como los de Rory McIlroy, Brooks Koepka, Matthew Wolff, Patrick Reed, Rickie Fowler, Bubba Watson, Phil Mickelson, Xander Schauffele, Jordan Spieth y muchos más.
A la dificultad añadida de la competencia, se sumará además esta semana una climatología poco favorable. Se esperan jornadas con viento y es posible que llueva, en especial en la segunda ronda del viernes. Un cóctel explosivo en busca de la victoria en un torneo que reparte 7,5 millones de dólares en premios y 2.989 puntos de la FedEx Cup, 500 de ellos para el ganador. Y por si fuera poco, el torneo servirá como preparación para el US Open del próximo mes de junio, que se jugará aquí mismo, en el Campo Sur de Torrey Pines. ¿Qué más se puede pedir?
