Jon Rahm (-13), un animal competitivo como pocos, volverá a pelear por la victoria mañana en la última ronda del American Express, en California. Aunque para conseguir su primer título de 2022 tendrá que recuperar una desventaja de cinco golpes después de que su primer intento de remontada, esta noche en el Stadium Course del PGA West, en La Quinta, se encontrara con un ‘obstáculo’ inesperado: la mala suerte con el putter.
Había temor a una jornada con mucho viento que complicara las cosas, pero al final sopló menos de lo esperado y se vieron buenas rondas, con varios 66, dos 65 e incluso un 64. Una situación que provocó que Rahm saliera con el cuchillo entre los dientes desde el primer golpe. Así, antes de cerrar la primera mitad de su vuelta en el recorrido más complicado de los tres que se jugaban en rotación de jueves a sábado, el español marchaba ya con un parcial de tres bajo par en el día, remontando muchas posiciones.
Pero a partir del hoyo 9, Jon empezó a ‘atascarse’ en los greenes, dejándose por el camino con el putter oportunidades más que suficientes como para haber protagonizado una remontada espectacular que le hubiera permitido salir a jugar mañana muy cerca de los líderes. No leyó bien la caída del 9, pateando desde el antegreen, y ahí parecieron empezar a torcerse las cosas para el de Barrika.
Su putt en el 12 se quedó literalmente parado en el borde del hoyo y no quiso entrar. El del 13, para salvar el par, salió escupido con una dolorosa corbata. El del 15 tocó otra vez el borde y pasó de largo. Y los del 16 y el 17 no entraron por milímetros. Cinco golpes ‘perdidos’ que desesperaron de tal forma a Rahm que, nada más sacar la bola del hoyo en la penúltima bandera, decidió tirarla al lago. Sin embargo, el destino aún le tenía guardada una pequeña alegría para seguir creyendo…
En el 14, después de su único bogey de la jornada, ya había jugado muy agresivo, buscando sin éxito el green de un solo golpe para terminar sacando un fantástico birdie pateando desde cuatro metros. Pero en el 18 rizó el rizo recuperando desde una zona de rough seco, tras uno de sus pocos fallos importantes con el driver del sábado, para finalizar su ronda con un antológico putt para birdie desde casi 10 metros que le permite seguir soñando.
Una tarjeta final de 67 golpes con seis birdies y un bogey, la séptima mejor del día en el torneo y la cuarta en el Stadium Course, que sirve al español para escalar nada menos que 17 posiciones, situarse a apenas un par de golpes del top 10 y mantener vivas sus opciones de reengancharse a última hora en la lucha por el triunfo. Aunque será difícil por la desventaja con la que arranca, por las complicaciones del campo… y por la amplia lista de jugadores que saldrán mañana con opciones serias de ganar.
Comenzando por los líderes, el estadounidense Lee Hodges (-18) y el francés Paul Barjon (-18), y siguiendo por Tom Hoge (-17), que mandó en el torneo durante buena parte de la jornada, Seamus Power (-16) o grandes estrellas como Francesco Molinari (-15), Will Zalatoris (-14) o el mismísimo Patrick Cantlay (-14), que no tuvo su día este sábado en el Stadium Course, pero sigue a una distancia recuperable en la clasificación.
