Sólo dos jugadores han entregado hoy la tarjeta libre de bogeys en Albany (New Providence, Bahamas) una vez finalizada la segunda jornada del Hero World Challenge: Jon Rahm (-8) y Tiger Woods (-6). No deja de ser un detalle menor, pues también se pueden hacer muy buenos resultados con algún borrón en el cartón, y si no ahí está el líder destacado para demostrarlo, Patrick Reed (-12), que hoy ha cerrado el mismo registro que Jon y Tiger, un excelente 66, aunque por el camino le cayera un bogey.
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Es un detalle menor, de acuerdo, pero que debe tenerse en cuenta aunque sea por una sola razón: ni Jon se ha dormido en los laureles del Club de Campo, del Jumeirah y de la Race to Dubai, ni el Tigre estaba dispuesto a pasar un fin de semana de pícnic en pícnic. La selección va haciéndose y los dos están bien metidos en faena. Junto a ellos, conviene no perder de vista a Woodland (-9), que venía acabando con un cable cruzado y terminaba con tres birdies consecutivos, a Stenson (-8), muy sólido, ni tampoco a Thomas (-6), Fowler (-6) y hasta Rose (-5), aunque el inglés sigue padeciendo algunas bajadas de tensión sorprendentes.
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El caso es que Jon había hecho lo más complicado, que era lidiar los primeros nueve del campo, los más difíciles en su conjunto, sin errores y con un magnífico parcial de tres menos. No es una cuestión menor: nadie, en este torneo reducido pero de campanillas, ha cerrado en dos jornadas un parcial por la primera mitad de Albany como el que el joven vasco cerraba hoy. Había hecho lo más complicado, decíamos, así que podía esperarse una ronda de rompe y rasga. Sin embargo, una vez enfilada la segunda mitad, las opciones se le iban escapando como agua entre los dedos. Sobre todo una en el hoyo 11, donde fallaba un putt muy cortito, y otra más en el 12, par 3, donde había pegado un tirazo a las nubes con el hierro 7.
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Jon se estaba quedando ligeramente retrasado, porque hoy soplaba menos el viento y no eran pocos los jugadores que venían cargando las alforjas de birdies, precisamente en los segundos nueve (Tiger, por ejemplo, acumulaba en este tramo tres birdies y un eagle). Pero el español iba a ahuyentar los fantasmas por la vía rápida, aunque fuera en el par 5 donde más costaba llegar de dos a green, el del hoyo 15. Después de pegar un pepinazo desde el tee, encadenaba un gran hierro en línea a bandera y acto seguido embocaba un putt desde unos ocho o nueve metros… Se cuenta así, muy sencillo, pero hay que apuntar que sido el único eagle del día en este hoyo. Y esta es de nuevo la cuestión: a Jon siempre hay que esperarlo con el objetivo enfocado y el dedo presto a pulsar, porque de otro modo puedes perderte la ‘animalada’ del día, aunque en este torneo, con la categoría suprema de los participantes, realmente están a la orden del día.
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Pues eso, que Rahmbo saldrá el sábado en el penúltimo partido, porque acto seguido enchufaba un buen putt de birdie en el 16, a punto estaba de embocarla desde la arena en el 17 y de nuevo se quedaba muy cerquita con otro gran putt en el 18. Y que a poco que Reed se descuide podemos tenerlo el domingo, otro más, dispuesto para luchar por la victoria. Sería la tercera consecutiva en sus tres últimas comparecencias. La simple idea pone los pelos de punta.
